Los judíos en el arte mudéjar e islámico de Aragón

Álvaro López Asensio

Mahoma Calagurrí la construyó en el siglo XIV a instancias del arzobispo de Zaragoza, Lope Fernández de Luna. Como patrocinador, su escudo no sólo está en la fachada, sino incluso dentro la propia parroquieta donde se encuentra su sepulcro. 

1.- Descripción del muro mudéjar de la parroquieta de la Seo 

En la fachada del muro de la parroquieta está dividida en dos partes: el banco inferior donde se suceden arcos mixtilíneos y figuras geométricas; y cuerpo superior con dos grandes dechados rectangulares de diferente trazo, como luego veremos. Las ventanas que se abren son de estilo gótico, propias de la época.

Cuando pasamos por delante, admiramos su belleza, pero desconocemos la verdadera finalidad para la que fue construida: una catequesis de Dios en el mundo judío y musulmán. Hasta ahora nadie ha reparado en observar los dos dechados rectangulares de la parte superior. Aunque Mahoma Ramí utiliza idénticos materiales (ladrillo y azulejos azules, verdes, amarillos, negros y blancos), sin embargo los dos tienen diferente dibujo y trazado.

En el dechado rectangular que está a la izquierda (la más próxima a los ábsides románicos) es la estrella de seis puntas, conocida como estrella de David, símbolo histórico del pueblo judío. Todo el conjunto se distribuye en siete líneas horizontales y doce diagonales que convergen en exágonos y perímetros de esa estrella formada por dos triángulos equiláteros y que se van repitiendo geométricamente (Véase la foto nº 1).

Foto nº 1 (Trazado que confluye en estrella de David)

Recordemos que el número siete en la Biblia representa la “perfección” porque siempre está vinculado a Dios y su obra creadora. En este sentido, el “siete” indica ordinariamente que la medida está completa, que se da un resultado relativamente perfecto o satisfactorio, que hay cierta plenitud.

Aunque la estrella de David no fue el símbolo principal y representativo de los judíos de Sefarad en la Edad Media, sí lo fue la Menorá (candelabro de 7 brazos), sin embargo, su representación en la decoración de sinagogas y códices hebreos confirma que era un signo que se identificaba exclusivamente con el Pueblo judío.

Foto nº 2 (Trazado que confluye en estrella de 8 puntas)

En el eje dechado rectangular que está a la derecha (la más próxima a la plaza de la Seo) es la estrella de ocho puntas típica del mudéjar aragonés, tan representativa del mundo musulmán. En ocho líneas horizontales se disponen todas las líneas para confluir en esta estrella, que se forma por la superposición de dos cuadrados (véase la foto nº 2) 

2.- Aproximación doctrinal entre judíos y musulmanes

El Islam y el Judaísmo profesan un absoluto monoteísmo. Toda actividad cultural e intelectual (incluso filosófica) tendrá como meta conocer al Dios único manifestado en sus respectivos credos. El credo judío, conocido como Shemá Israel se encuentra en: Dt, 6, 10.

El monoteísmo hizo que ambas religiones crean que el signo de Dios es la Palabra, que se pone por escrito en los libros sagrados: la Tanaj (Biblia hebrea) y el Corán. La Torá o libro sagrado para los judíos constituyen los cinco primeros libros de la Tanaj.

La ausencia de representaciones humanas y de animales (en obras literarias, sinagogas, mezquitas, edificios civiles, etc.) ha dado lugar, en las dos culturas, al característico arte decorativo basado en la armonía geométrica, floral y caligráfica del mudéjar. La Torá lo prohíbe expresamente en: Dt 5, 7-9.

El objetivo es embellecer el mensaje divino a través del arte. Sólo así el hombre entenderá mejor el mensaje de Dios: catequesis visual. Mahoma Ramí supo sintetizar esta visión religiosa de ambas religiones plasmándola en la belleza mudéjar. 

3.- Aproximación teológica que explica el arte mudéjar

En la Edad Media, el monoteísmo de ambas culturas semitas se representa en el círculo, figura geométrica que representa la omnipotencia y eternidad de Dios, es decir, que no tiene principio ni fin.

Los cuatro vértices del cuadrado o rectángulo simbolizan la tierra (los cuatro puntos cardinales), el hombre, los animales y la naturaleza.

Frente a lo trascendente (círculo) está lo inmanente (cuadrado). Ambas figuras no se contraponen, sino que se complementan en el octógono (la estrella mudéjar de ocho puntas) y en la estrella de David (el atributo de la tradición judía). 

4.- La estrella de David: símbolo judío

La “estrella de David” no fue sólo el signo con el que firmaba el rey David (sobre el año 1.000 a. C.), sino su estandarte en el campo de batalla. La palabra David proviene de los vocablos hebreos: DALEV (triángulo), VAV (seis), DALEV  (triángulo) = DAVADA.

Para el judaísmo medieval, la estrella de seis puntas era el símbolo que mejor representaba al círculo. Dios reina sobre el universo y nos protege de las seis direcciones del cosmos: Norte, Sur, Este, Oeste, Arriba y Abajo. Dios es el Señor del tiempo y del espacio en su dimensión tridimensional.

En el muro se aprecian hasta tres tipos de “estrellas de David” diferentes: la dibujada en ladrillo, la de color negro y las de color blanco junto a la ventana gótica. También se ven hexágonos de ladrillo pequeños, como reflejo de los seis lados de la “estrella de David”. El objetivo es que LA ESTRELLA Y EL HEXÁGONO FORMEN EL CIRCULO QUE REPRESENTAN A DIOS.

5.- La estrella de ocho puntas: símbolo mudéjar

La estrella de ocho puntas la forman dos cuadrados superpuestos. Uno representa a la tierra (los cuatro puntos cardinales) y el otro al hombre que la domina. La conjunción resultante es el octógono, la forma geométrica perfecta entre el círculo (Dios) y el cuadrado (el hombre, la tierra). La creación entera (octógono) es imagen de Dios, parte de Dios.

LA ESTRELLA MUDÉJAR DE OCHO PUNTAS SIMBOLIZA A DIOS como señor del cielo y la Tierra, de lo trascendente y de lo inmanente, de lo divino y de lo humano.Los azulejos también dibujan otras formas de expresar la estrella octogonal de ocho puntos.

6.- El arte mudéjar: una catequesis de Dios

A los historiadores del arte solo les interesa conocer, interpretar y explicar la belleza, la técnica y los materiales, pero no reparan en el sentido teológico y el significado religioso que expresan y para el que fue creado este estilo artístico. Se olvidan de lo más importante: la catequesis de Dios que enseña, Mahoma Calagurrí, expresó muy bien lo que quería transmitir con el arte mudéjar:

A.- Catequizar que Dios es el centro del universo. El círculo representado en la estrella de ocho puntas. Las curvas y arcos mixtilíneos que de él se derivan, expresan que Dios es Señor de la creación y de las personas.

B.- Enseñar que la geometría que está dentro de un cuadrado (dechado) representa, no sólo la belleza ordenada y armónica de la creación de Dios, sino el diálogo y amor que él comunica a todo lo creado.

C.- Como centro del universo (centro de toda composición decorativa), Dios ilumina a toda la creación, invitándonos a continuar perfeccionando su obra creadora.

7.- Conclusión

A.- La ausencia de representaciones animadas y pictóricas ha dado lugar al característico arte decorativo islámico, basado en las figuras geométricas que representan la armonía divina (el círculo) en la pluralidad de formas que representan a la creación (el cuadrado y la geometría).

B.- El arte mudéjar no sólo es belleza de formas y decoración en yeso, ladrillo y azulejos; sino también la concepción que de Dios tienen los judíos y musulmanes, aspecto que hasta ahora no ha interesado mucho a los historiadores del Arte.

C.- Los musulmanes catequizaron y transmitieron su fe y vivencia religiosa a través del arte mudéjar, expresando también el sentir religioso del pueblo judío.

D.- El arte mudéjar es el libro en piedra del Corán y el Tanaj o Biblia hebrea.

Página web: www.alopezasen.com

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