El 11 de septiembre marcó un cambio en la manera de vivir- Lorenzo Lazo

Ayer 11 de septiembre, recordábamos aquellos terribles atentados ocurridos en el año 2000, cuando algo en el mundo cambió para siempre. Para referirse a este tema, al papel que tuvieron los servicios de Seguridad de Estados Unidos, y la reacción de la política norteamericana entonces, dialogó con Radio Jai, desde Ciudad de México el economista y analista internacional, Lorenzo Lazo.

El analista señaló lo que significó para los Estados Unidos que actuaran personas entrenadas para efectuar actos terroristas, con un objetivo suicida de llevarse, además de su vida, la máxima cantidad de vidas posibles y destruir símbolos: Destruir el símbolo del comercio mundial, el del Pentágono y de otras áreas y que, al parecer, habría habido intenciones también de atacar la Casa Blanca.

Explica el economista que Estados Unidos se encontraba en aquellos años en un proceso de autoridad unipolar después de la caída del Muro de Berlín; de una situación de herencia generacional del presidente George W. Bush que estaba tomando la presidencia después de su padre, y en ese contexto, este escenario con tal nivel de destrucción que afectó a miles de familias y de personas que perdieron vidas inocentes, civiles, a manos de estos atentados terroristas, totalmente fuera de cualquier ética, fuera de cualquier justificación.

En segundo lugar, está el hecho del origen de los agresores, principalmente de religión islámica que habían ingresado de manera legal. En tercer lugar, el impacto que sintió Estados Unidos de sentirse vulnerables en casa:  ”Desde Pearl Harbor no habría un acto que tocara la sensibilidad familiar, la estructura cotidiana de la vida estadounidense en un esquema del nivel tan agresivo, tan cruento, tan destructivo como fueron los atentados del 11 de septiembre”, describió. Y que esto entonces representa no solamente la causa fundamental de la tensión que genera Estados Unidos por intereses económicos, por los elementos de control o competencia o dominio en ciertos mercados, predominantemente el petróleo. Y luego, esta estructura de actitud, de estereotipos que la sociedad estadounidense tiene, en donde se generalizó la hostilidad a una religión mundial de 1.200 millones de habitantes, el Islam, a una región geográfica del planeta, que es el Medio Oriente, en todos estos países que comparten esta religión. Apareció una actitud de desconfianza hacia personas con determinado perfil religioso racial. Cualquiera que lo pareciera era culpable del delito o cómplice, sin serlo. Esta actitud literalmente xenófoba y racista alteró los equilibrios internos de los Estados Unidos, pero también los equilibrios al exterior.

Indica Lazo que, si bien el hecho viene de grupos de ciudadanos de ciertas nacionalidades, Estados Unidos identificó como villanos a Osama Bin Laden y a Saddam Hussein. Y, aunque no hubo ciudadanos iraquíes, se hicieron reacciones hostiles inmediatas de bombardeo a ciertas zonas de Afganistán, y por supuesto se derrocó de una manera directa e inmediata al régimen de Saddam Hussein con la posterior ejecución de su líder.

Respecto de cómo vive hoy el mundo las secuelas del atentado, Lazo señaló el de movilidad geográfica: El aérea internacional está limitada, condicionada y amenazada por un sistema de vigilancia que tiene que ver con los controles 9-11. En segundo lugar, la estructura bipolar se alteró y los espacios que en su momento se tenían definidos con cierto grado de laxitud se fueron controlando nuevamente con un esquema de control militar, uno en Irak y otro en Afganistán. Y en tercer lugar, la búsqueda del villano, la búsqueda del hombre que en su momento recibió apoyo de Estados Unidos por su lucha guerrillera en Afganistán contra la presencia soviética, y después de la Federación Rusa, y que fue la búsqueda desde el periodo del presidente Bush, Jr., hasta la llegada en su momento de Obama.

Este proceso de búsqueda, de identificación y de ejecución de Osama Bin Laden, significaba para muchos, pensar que, terminada la cabeza, termina la agresión, con lo que el analista no acuerda. El cree que existe esta situación de hostilidad, de incomodidad, contra los Estados Unidos, contra su política, en distintas latitudes del mundo, y que hay actitudes de reacción quizá ya no tan violentas, sino de poder suave, más de amenaza que de castigo. Así que esta sensación de sentirse amenazados y vulnerables en Estados Unidos ha cambiado de alguna manera, quizá para mucho tiempo, la inseguridad o la intranquilidad que tuviera el ciudadano estadounidense en su vida cotidiana. Remarcó que esto no ocurre solo en Estados Unidos, que tuvieron atentados en España y en Gran Bretaña de gran trascendencia, y que, por lo tanto nos hallamos ante una nueva era de seguridad interna, que es un proceso de revisión: Vuelo que va al espacio aéreo estadounidense, vuelo que tiene que llevar toda la información de todos los pasajeros y en ocasiones ha habido casos en que, por una sospecha, a medio océano se regresó el vuelo.

“Este es un acto histórico que nos afecta a todos, no solamente a Estados Unidos”, declaró.

Acerca de los cambios en el modo de atacar y en los de defensa, Lazo explicó que Estados Unidos es un país que tuvo, después de la Segunda Guerra Mundial, la estructura de un mecanismo de defensa para un conflicto convencional a gran escala en dos frentes. Lo que vemos hoy es que viene una táctica más directa, más cuidadosa, más preventiva. Es decir, que lo importante no es que se enfrente inmediatamente la agresión, sino que se investigue y se prevenga. Sin embargo, esto no ha limitado ni solucionado que en Estados Unidos, los ciudadanos tengan una metodología de hostilidad con las matanzas en grupo, los asesinatos en serie, los hombres, que por alguna razón, generalmente fuera de sus cabales, están agrediendo a grupos civiles en actividades religiosas o en su vida cotidiana. Hoy la crisis que existe a nivel del sistema internacional político es una crisis de tensión y de negociación preventiva. Es una crisis que involucra el escenario de Corea del Norte, una crisis que involucra necesariamente la frontera de Israel con el mundo árabe musulmán. Es una crisis en Siria y, por supuesto, es el teatro de confrontación más delicado que se ha presentado en los últimos años, que es el caso de Ucrania.

El economista sostiene que el 9-11  nos cambió la vida a todos, ya que hoy para subirse un avión hay que tener una o dos horas más de vida de espera; para pasar una aduana hay que tener una larga fila con una serie de informaciones. Del mismo modo, para poder renovar un pasaporte, para, lo que es una garantía, tener una visa en los Estados Unidos, que significa que uno tiene una vida moral decente y confiable.

Lo que sigue, es que vamos a continuar teniendo elementos de inteligencia artificial, de ciberseguridad, que identifiquen que los hombres y mujeres que están en tierra firme estadounidense, es gente de buenas intenciones y que no hay ningún problema respecto de nuestra forma de vida.

 

Redacción: Prof. Cita Litvak

 

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