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Link de la Parte IV: https://aurora-israel.co.il/racismo-en-argentina-parte-iv/
Isabel Santi, de la Universidad de París, sostiene:
Un país en el que un dicho popular sostiene que “acá no hay racismo porque no hay negros”, tiene un problema con la discriminación. Ignacio Kilich (1995) observa que, implícitamente, ese dicho afirma la existencia subterránea del racismo.
Isabel Santi
La negación del racismo, incluso en sus formas más evidentes, es una característica del racismo en la Argentina que se repite en muchos otros países modernos y en particular latinoamericanos como Perú, Brasil, etc. La negación hace aún más difícil combatir el racismo porque este adopta la forma de un proceso sutil e insidioso.
Resulta habitual encontrar autorrepresentaciones de la Argentina como un “crisol de razas”, un equivalente del “melting pot” estadounidense. En realidad la idea de asimilación cultural que subyace al concepto de crisol de razas tiende a emerger a través de manifestaciones racistas como la exaltación de una supuesta “raza argentina”, y se opone a la idea de pluralismo cultural. El concepto de una “raza argentina” fue desarrollado por José Ingenieros en su libro Sociología argentina (1913).
El pensamiento de José Ingenieros es citado del siguiente modo por el filósofo mexicano Leopoldo Zea:
El futuro de la Argentina lo veía así Ingenieros (en 1915): “Hay ya elementos inequívocos de juicio para apreciar este advenimiento de una raza blanca argentina y que pronto nos permitirá borrar el estigma de inferioridad con que han marcado siempre los europeos a los sudamericanos”. Ahora, agrega, en el ejército, “en vez de indígenas y gauchos mercenarios, son ciudadanos blancos los que custodian la dignidad de la nación”. Dentro de quince o cien años, las consecuencias serán más importantes y son fáciles de pronosticar. En el territorio argentino, emancipado hace un siglo por el pensamiento y la acción de mil a diez mil “euroargentinos”, vivirá una raza “compuesta por quince o cien millones de blancos, que en sus horas de recreo leerán las crónicas de las extinguidas razas indígenas, las historias de la mestizada gaucha que retardó la formación de la raza blanca, y acaso los poemas gauchescos de Martín Fierro y Santos Vega, o las novelas de Juan Moreno”.
Una manifestación de esto es el festejo oficial del 12 de octubre, día de la llegada de Cristóbal Colón a América, como Día de la Raza, establecido por el presidente Hipólito Yrigoyen y copiado en muchos países de América Latina.
Otro caso destacable es el de algunos comentaristas u opinólogos. Tal es el caso del escritor, ultraderechista y opinólogo Agustín Laje Arrigoni, quien en 2022 en el programa de entrevistas mexicano “El Octátono” afirmó que en Argentina no había racismo. Cuando el entrevistador le preguntó nuevamente “¿no hay racismo en Argentina?”, Agustín reafirmó: “no, en absoluto”. Este mismo escritor se ha opuesto abiertamente a movimientos como “Black Lives Matter” comentando que es “gente reclutada y financiada”.
Racismo implícito
En virtud de la negación del racismo, se han acentuado expresiones racistas encubiertas de tipo clasista (pobres, villeros, indigentes), de gustos musicales (cumbia, cuarteto), etc. En lugar de usar el “Negro de mierda” suelen usarse el mote negro villero, o eufemismos como negro de alma, negro de mente, negro de espíritu etc.
El auge de estas expresiones viene aparejada a una dinámica social hacia fines de los años noventa con la visibilidad del villero como actor social. Entrada en las décadas del siglo XXI, las nuevas formas de chivos expiatorios son dirigidas hacia los menores de edad marginales, quienes son estigmatizados con la delincuencia, la adicción a las drogas y la violencia desenfrenada.
Negro villero: Esta expresión refleja estigmas de territorio, clase y raza, la cual se interpela a partir de una sospecha generalizada sobre sus capacidades morales, laborales, e intelectuales.
(…)
Dicen que mi barrio
está lleno de hampones,
que sólo es un fuerte
de droga y ladrones.
(…)
Yerba Brava, 100% villero.
Racismo en la política
En 1919 irrumpió en sociedad una banda armada conocida como la Liga Patriótica Argentina, un grupo xenófobo y antisemita fundado en el aristocrático Club Naval bajo el lema “Patria y orden”, que atacaba a obreros, judíos, anarquistas y opositores políticos. Esta agrupación paramilitar agrupaba a hijos de las clases altas y contaba en el apoyo y soporte de sacerdotes, intelectuales, industriales, militares, terratenientes y políticos reaccionarios. Su presidente era el radical Manuel Carlés. Sus barrios de acción preferidos eran Once y Villa Crespo y el caso testigo, símbolo de la brutalidad de esta banda, es el asesinato de una niña de 13 años, Paulina Viviani, apuñalada por un soldado del ejército frente a su madre. La Liga Patriótica realizó en Buenos Aires el único pogrom de que se tiene registro en América.
En Argentina, el racismo está íntimamente relacionado con la política en la oposición entre peronismo y antiperonismo. El antiperonismo desarrolló una amplia ideología racista tendiente a denigrar e infravalorar a los simpatizantes del peronismo, mayoritariamente pertenecientes a las clases trabajadoras y bajas.
Básicamente el racismo antiperonista se basa en la identificación de los simpatizantes peronistas con “los negros” con un sentido abiertamente denigratorio. En una histórica carta a su madre referida al bombardeo de la Plaza de Mayo por sectores antiperonistas, el Che Guevara utiliza varias veces el término “negros” a modo de ironía crítica imitando el modo en que hablaban los antiperonistas:
Otro sí, digo, para quienes no hay escapatoria posible ante la historia es para los mierdas de los aviadores que después de asesinar gente a mansalva se van a Montevideo a decir que cumplieron con su fe en Dios; es impresionante que la gente llore porque le quemaron su iglesia dominguera, pero le parece la cosa más natural del mundo que revienten la cantidad de “negros” que reventaron. No te olvides que muchos de ellos fueron a morir por un ideal, pues eso de la compulsión no puede ser cierta sino en parte, en todo caso, y que cada “negro” tenía su familia que mantener, y que los tipos que dejan en la calle a la familia del “negro” son los mismos que se van al Uruguay a darse golpes de pecho por la hazaña de machos. Otra cosa importante es la cantidad de “gente bien” que murió fuera de los casos fortuitos, eso mismo indica el carácter de la gente que iba a derrocar a Perón.
Uno de los términos racistas utilizados por el antiperonismo es “cabecita negra”, ya tratado más arriba, para atribuirlo despectivamente a los simpatizantes del peronismo, generalmente asociado con los términos despectivos “negro” y “grasa”. El cuento de Germán Rozenmacher titulado precisamente Cabecita negra refleja con gran realismo las relaciones racistas que establecieron las clases medias de Buenos Aires con las nuevas clases trabajadores procedentes de las provincias, en el marco del conflicto peronismo-antiperonismo.
Relacionado con este racismo político apareció también la denominación de “aluvión zoológico” para referirse a los peronistas. El escritor Julio Cortázar en su novela El examen de 1950, recrea el siguiente diálogo entre un grupo de jóvenes antiperonistas que asisten a una manifestación peronista en la Plaza de Mayo:
No me importan ellos -dijo Juan-. Me importan mis roces con ellos… Me jode no poder convivir, entendés. No-poder-con-vivir. Y esto ya no es un asunto de cultura intelectual, de si Braque o Matisse o los doce tomos o los genes o la archimedusa. Esto es una cosa de la piel y de la sangre. Te voy a decir una cosa horrible, cronista. Te voy a decir que cada vez que veo un pelo negro lacio, unos ojos alargados, una piel oscura, una tonada provinciana, me da asco.

En las décadas de 1960 y 1970 aparecieron organizaciones como Tacuara y la Triple A, este último un grupo parapolicial organizado y financiado desde el Estado, que tenían componentes nazis y antisemitas.
Más recientemente, el racismo ha sido utilizado para atacar a los denominados piqueteros, en realidad organizaciones de desempleados que emergieron con fuerza en los años noventa. Una vez más el término “negra” y “negro” es utilizado ampliamente para referirse a sus miembros con un sentido sumamente peyorativo. El discurso “antipiquetero” suele relacionarse con el hecho de vivir en barrios carenciados (villas miseria), la criminalidad y la eventual condición de migrante: “villeros”, “delincuentes”, “boliguayos”.
El hecho ha sido reflejado por el periodista argentino Sergio Kiernan en un artículo publicado en el diario Página/12 con el siguiente título: “Cuando el piquetero pasa a ser ´ese negro de mierda´”.
La madrugada del 4 de diciembre de 2013 la ciudad de Córdoba fue epicentro de una violenta ola de saqueos, aprovechando el acuartelamiento policial en reclamo de aumento de salarios al Gobierno de la Provincia de Córdoba. La reacción espontánea de algunos sectores sociales fue la estigmatización expresada a través de la humillación racial, utilizando la expresión “negro” en sentido peyorativo. Estos hechos coincidieron con el fallecimiento de Nelson Mandela, líder de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, que los mismos sectores consideran como algo negativo. Esta paradoja cultural fue reflejada en una nota de opinión de Rodrigo López Tais publicada en el periódico La Voz del Interior, titulada “Negro de alma”.
El 22 de febrero de 2019, el Ministerio de Producción y Trabajo publicó una imagen titulada: “Leyes Para la Transformación Productiva” con un gráfico que generó un fuerte repudio en las redes sociales.
La imagen representaba a la población como personas rubias, blancas y bien vestidas sostenían a una multitud de personas con pieles más morenas u oscuras. Haciendo referencia a que las personas blancas pagan impuestos, mientras que las personas negras no.
Lo cual muchas personas lo habían señalado como un carácter racista y discriminatorio al dibujo, que intenta homologar el aspecto físico a determinada situación económica, laboral y fiscal.
Racismo en el deporte
En 2020 se produjo un escándalo debido a la difusión de varios mensajes racistas y discriminatorios enviados por jugadores que luego fueron seleccionados para integrar la selección mayor de rugby conocida como Los Pumas, incluyendo el capitán Pablo Matera. Algunos de los mensajes decían lo siguiente:
Linda mañana para salir en el coche a pisar negros. (Pablo Matera).
Sudáfrica Baby! Por fin me voy de este país lleno de negros… Ouch!! (Pablo Matera).
El odio a los bolivianos, paraguayos, etc. nace de esa mucama a la que una vez se le cayó un pelo en tu comida. (Pablo Matera).
¿Qué es una mucama embarazada de trillizos? Un kit de limpieza (Guido Petti).
Para ser un judío se necesita un corte en el pito…. Un corte en el pito y gastar poquito, para ser un judío. (Santiago Socino).
Qué quilombito se podría armar en Villa Crespo si Hitler estuviera vivo. Atlanta. El que no salta es un jabón. (Santiago Socino).
Chistes racistas
El humor a través de los chistes racistas ha sido y es un modo eficaz universalmente de difundir y consolidar las ideologías racistas. En general se discute mucho cuáles son los límites del humor racista o étnico. Históricamente Sigmund Freud ya había distinguido los “chistes inocentes” de los “chistes tendenciosos”; estos últimos no son graciosos para ciertas personas aludidas directa o indirectamente en el chiste.
El INADI y la Ley Antidiscriminatoria
El 3 de agosto de 1988, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, se sancionó la Ley 23.592, conocida también como Ley Antidiscriminatoria. Su ideólogo fue el abogado penalista Bernardo Beiderman.
La ley contiene tres artículos básicos:
- Acción civil: una acción civil para hacer cesar el acto discriminatorio y por daños y perjuicios materiales y morales, en casos de discriminación por “motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos” (Artículo 1).
- Delito penal: crea dos delitos penales. El primero castiga la realización de propaganda o la participación en organizaciones que sostenga la superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color. El segundo castiga el acto de incitar a la persecución o el odio con personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas. La pena es de 3 meses a tres años de prisión (Artículo 3).
- Agravante de los delitos penales: cualquier delito será agravado cuando sea cometido por persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad, o con el objeto de destruir en todo o en parte a un grupo nacional, étnico, racial o religioso (Artículo 2).
El 5 de julio de 1995, durante la presidencia de Carlos Menem, se sancionó la Ley 24.515 creando el INADI, que comenzó sus tareas en 1997.
El INADI es un ente descentralizado en la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con facultades para recibir denuncias, investigar, realizar campañas, y apoyar a las víctimas, en cuestiones relacionadas con toda forma de discriminación.
Situación de la lucha contra el racismo en Argentina
Víctor Ramos -fundador del INADI y presidente de SOS Internacional- comenta el estado de la lucha contra el racismo en Argentina:
Argentina, en relación con el resto del mundo, es de avanzada en materia y lucha contra la discriminación y el racismo. Con la creación del INADI, en 1997 -y de la que participé como fundador- fue un hito muy fuerte en su momento, ya que por primera vez se instalaba en nuestro país el tema. Por otra parte, haciendo un estudio comparado de las estadísticas mundiales, nosotros nos ubicamos entre los primeros estados nacionales que asumen verdaderamente una batalla contra el racismo. Sin embargo, esto no significa que se haya avanzado demasiado. Lo que sí se generó en Argentina fue una serie de debates importantes e interesantes sobre los pueblos originarios de nuestro país, sobre la colectividad judía, sobre la discapacidad y también sobre los inmigrantes.
En 2008, la justicia argentina condenó a 22 años de prisión a un policía que lesionó e intentó asesinar a un joven por el solo hecho de ser boliviano. La pena reflejó el agravante contemplado en la ley antidiscriminatoria 23.592, cuando el delito “sea cometido por persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad”.
Fuente: Wikipedia
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