Por Sarit Zehavi y Shadi Khalloul
Tienen municiones en mayores cantidades que muchos ejércitos europeos. Su presupuesto es de casi mil millones de dólares anuales y la mayor parte proviene de Irán. El ejército terrorista de Hezbollah tiene unos 30.000 combatientes, y su fuerza de elite Radwan está formada por unos 2.500 combatientes bien entrenados. Es importante entender que esta fuerza es mucho más sofisticada y más grande que Hamás. Tampoco se debe subestimar el vasto arsenal de armamentos de Hezbollah.
Escudos Humanos: El mundo debería saber que Hamás y Hezbollah están utilizando a sus pueblos como escudos humanos. Dispararon sus cohetes y misiles desde escuelas y mezquitas, como quedó captado en vídeos del 8 de octubre en Kfar Shuba, en el sur del Líbano.
En caso de que se unan a la guerra actual, todo el territorio de Israel quedará cubierto por la amenaza de misiles y drones. Dentro de Israel podrían provocarse daños colaterales, enormes cantidades de víctimas y perjuicios a la infraestructura estratégica. Hezbollah también atacará las estratégicas plataformas de gas. Además, los tanques de amoníaco de Haifa podrían ser un blanco, cuya explosión provocaría daños catastróficos como ocurrió hace tres años en el puerto de Beirut. Muchos otros sitios estratégicos serán atacados, tales como el puerto de Haifa y otros en la región de Tel Aviv.
La Cúpula de Hierro y otros sistemas de defensa aérea podrán interceptar quizás el 90% de los entre 4.000 y 6.000 misiles disparados diariamente por Hezbollah, pero la cantidad de misiles que podrían impactar en las comunidades seguiría siendo grande y crearía graves daños y caos. Tanto Hamás como Hezbollah pretenden abrumar las defensas aéreas de la Cúpula de Hierro lanzando miles de misiles en el menor tiempo posible.
En la Galilea y el resto del norte de Israel viven entre 1 y 1,5 millones de personas. Los judíos y las minorías están divididos casi al 50%. Ambos conviven pacíficamente y en coexistencia.
Muchas personas carecen de refugios antiaéreos en sus casas y los refugios comunitarios no son suficientes para contener a toda la gente. Además, no todos los refugios están equipados y preparados para una confrontación prolongada. Los civiles de las comunidades fronterizas ya han sido evacuados al centro de Israel. Será difícil evacuar a muchos otros que viven un poco lejos de la frontera, tales como las comunidades más grandes. Esto crea una amenaza inmediata para ellos, tanto de cohetes como de ejércitos de terroristas que se infiltren desde el Líbano, como hemos visto últimamente en el sur de Israel. De hecho, Hamás implementó el plan de Hezbollah de ocupar Galilea, tal como lo declaró su secretario general, Hasan Nasrallah.
La amenaza de los túneles:
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) descubrieron seis túneles de ataque para la infiltración en la frontera entre Israel y Líbano. Esos túneles fueron bloqueados, pero Hezbollah ha declarado que tiene más túneles que las FDI aún no han encontrado. Esto podría ser parte de sus operaciones de guerra psicológica. Otra amenaza son los túneles explosivos excavados debajo de comunidades y bases militares. Esos túneles se encuentran a gran profundidad bajo la superficie, no han sido descubiertos y pueden ser llenados con explosivos. En el momento adecuado, explotarán, seguidos de un ataque de incursión, con el objetivo de tomar rehenes civiles y soldados. La explosión equivaldría al efecto de un terremoto en esa comunidad o base específica.
Como se mencionó, la fuerza de Hezbollah es un ejército de terroristas islámicos chiítas que están bien equipados y entrenados con diez años de experiencia de combate en la guerra civil siria. Su misión y entrenamiento son ocupar la Galilea en la próxima guerra con Israel, ya sea por encima o por debajo de la tierra.
La participación iraní
Hezbollah, la Yihad Islámica Palestina y Hamás son todos apoderados [proxies] de Irán y están coordinados entre sí. En los últimos diez años, Irán ha estado construyendo un anillo de fuego que rodea a Israel. Ellos lo llaman la “unificación de frentes”. Apoyan a Hezbollah en el Líbano y construyen junto a él otro frente en el lado sirio de los Altos del Golán. Irán también apoya a Hamás y a la Yihad Islámica Palestina en Gaza y el Líbano. Los hutíes en Yemen también podrían disparar misiles balísticos de largo alcance hacia el sur de Israel. Estos misiles han sido proporcionados por Irán y serán operados por su apoderado [proxy] chií en Yemen. Otro frente son los jóvenes árabes dentro de Israel que podrían rebelarse internamente, como ocurrió hace dos años durante la Operación Guardián de las Murallas. En Judea y Samaria las cosas pueden salirse de control ya que la Autoridad Palestina apenas controla la zona y Hamás cuenta con un amplio apoyo. Los ataques terroristas ya son algo cotidiano allí.
Irán declaró en voz alta que su objetivo es destruir el Estado judío de Israel. Las mismas declaraciones hicieron los representantes de Hezbollah y Hamás.
Es importante entender que estamos en una guerra que fue impuesta a Israel y coordinada por Irán y sus apoderados [proxies]. Los principales esfuerzos de nuestras fuerzas de seguridad son ahora limpiar la región sur de terroristas infiltrados de Hamás, liberar a los rehenes y eliminar las amenazas de las organizaciones yihadistas islámicas de Hamás y la Jihad Islámica. En el frente norte, las fuerzas se están preparando para defender a Israel si Hezbollah y otros representantes chiítas deciden unirse desde el sur del Líbano y el lado sirio de Altos del Golán. Ya se han perpetrado algunos ataques en la frontera entre Israel y Líbano.
Las lecciones de lo ocurrido en el sur de Israel desde el sábado pasado es que Israel no puede aceptar la coexistencia de grupos terroristas salvajes con capacidades masivas en sus fronteras. Las comunidades árabe e internacional deberían apoyar ese principio; de lo contrario, esta pesadilla volverá a ocurrir.
Fuente: Alma Research and Education Center
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