Testimonio de una sobreviviente

Soy Inés Grimland Dimetman, hija de Aron Grimland y Ana Dimetman, sobrevivientes de la Shoá (Holocausto). También me siento sobreviviente.

Nací en Kursk, en 1946. Llegamos a la Argentina en 1948 sin documentos, como clandestinos.

Tengo 3 hijas, 6 nietos y un bisnieto nacido en Israel el 27-9. Vine a Israel a esperarlo, a recibirlo. Una criatura hermosa, un leoncito que nació dos veces en apenas 10 días.

El 7-10 a las 6.30 de la mañana empezaron a sonar las alarmas en Nirim, el kibutz en el que estábamos, muy cerca de Gaza. Muy pronto supimos que lo que parecía ser “normal” en ese lugar era otra cosa. Además de los ataques aéreos había terroristas infiltrados.La zona del kibutz en la que vivía mi nieto estaba siendo incendiada.

Uriel con su esposa, su bebé, su suegra y Lemon, su perra se refugiaron en la habitación de seguridad mientras el fuego destruía el resto de la casa y el humo se colaba por las rendijas. Salir de la habitación era una muerte segura en manos de los terroristas, resistir adentro era la única posibilidad. Resistieron. Los liberaron los soldados muchas horas más tarde.

Estuvieron internados en el hospital. Están vivos de milagro. Nosotros también.

Salimos del kibutz en caravana custodiados por el ejército, apenas con lo puesto y poquito más. A la vera de la ruta se veían coches quemados, con las puertas abiertas, mudos testigos de lo que había sido la masacre.

De a poco fui tomando conciencia de lo sucedido. No logro dimensionar aún la magnitud de esta tragedia. Muertos, heridos, familias enteras asesinadas sin piedad, bebés y niños secuestrados, jovenes violados y torturados.

Terrorismo. Maldad infinita encarnada en seres que parecen humanos pero no lo son. No hay palabras.

Recuerdo algunas historias que se contaban en mi casa, historias de las penurias sufridas por mi familia durante la 2da guerra, historias de muerte y resiliencia, de heroísmo y de crueldad.

Mis padres sobrevivieron a la guerra, yo puedo contarlo.

Hay algo que puedo hacer en medio de esta locura desatada. Puedo contar la historia.

Estoy ahora en Jerusalem, en casa de mi hija menor, el resto de mi familia está a salvo en Eilat.

Soy Inés, hija de Ana y Aron, soy sobreviviente de muchas batallas. Y contaré las historias mientras me quede un hálito de vida.

Mi mamá escribió mientras estaba en un campo de trabajos forzados: “Adelante adelante, mientras aliento no me falte.

Siempre sabré que a través del cielo de nubes negro saldrá el sol, que es eterno Ana Dimetman de Grimland. Siberia, 1943.

Si mamá, seguimos adelante. Anajnu Po! Mir zainen do!

 

Ines Grimlad es narradora oral, actriz, autora y productora. Ha conducido varios ciclos en Radio Jai.