En este clip, se reúnen dos tragedias, dos promesas incumplidas y la tristeza de aceptar que las balas de los terroristas hacen daño

“Nada me hará daño”

En el año 1997, se produjo un choque de helicópteros del ejército de Israel que se dirigían hacia el sur del Líbano. En esa tragedia murieron 73 soldados, y entre ellos Erez Stark.

Después de su muerte se hallaron poesías que había escrito y entre ellas una titulada “Nada me hará daño”.

Pasaron los años y en el 2008 como homenaje, la banda del rock israelí “Knesiát Haséjel” le puso música.

El 7 de octubre Amit Man de 22 años, paramédica, estaba en el kibutz Beeri cuando fue atacado por terroristas del Hamás. Amaba su oficio tanto como amaba la música.

Durante 6 horas resistió el ataque atendiendo a los heridos y suplicando la ayuda que no llegaba. Cuando ella misma recibió una bala en una de sus piernas, se hizo un torniquete y en medio de los disparos llegó a decirle a su familia que no creía poder salir viva.

Un terrorista la vio herida y la fusiló en el lugar. Amit fue uno de los más de 100 cuerpos que se encontraron en ese kibutz.

Unos días después, un amigo le envió una grabación de ella cantando la canción de Knesiát Haséjel, y la familia se la envió a la banda para que supieran cuánto le gustaba a ella, y sin mucha preparación, la banda ingresó a un estudio y grabó una versión con la voz de Amit.

La canción dice: “Nada me hará daño … ni las balas de los terroristas”… Y en este clip, se reúnen dos tragedias, dos promesas incumplidas, y la tristeza de aceptar que las balas de los terroristas hacen daño.