Viva la Libertad, ¡Mazel Tov!

En total contraste con el resto de los países iberoamericanos, Javier Milei está posicionando a Argentina como un leal amigo de Israel. Sus grandes dotes oratorias y su capacidad de comunicación harán, sin lugar a dudas, que tanto Israel como el judaísmo se entiendan mucho mejor, y estén mas cerca de la ciudadanía argentina.

La historia de Argentina está intrínsecamente ligada al pueblo judío pero no siempre ha sido una ruta fácil. Desde el inicio de la colonia se aposentaron judíos que huían de la Inquisición. En el siglo XIX se establecieron las grandes comunidades agrícolas en la Pampa de judíos buscando una vida nueva alejada de los progroms en Europa. La captura del nazi Eichman, la deriva antisemita de la dictadura militar, los ataques terroristas de Hezbolah/Iran en la Embajada de Israel y en la AMIA y ahora Milei son otros de esos hitos.

El nuevo presidente de Argentina llevará la relación con Israel a un nivel mucho más elevado y positivo. Milei, fue educado como católico, y es un economista de vastísima cultura general, pero para realmente entenderle como persona hemos de tener en cuenta su estudio y pasión por el judaísmo. A día de hoy hay cuatro países con presidentes o primeros ministros judíos: Ucrania, Panamá, Francia e Israel. Argentina podría ser el quinto.

Su acercamiento al judaísmo refleja también la diversidad argentina, donde hasta 1994 no se podía ser presidente del país si no se era católico. Grandes cambios culturales han propiciado que un candidato del perfil de Milei saliera elegido. Un candidato que pese no haberse convertido todavía no se esconde precisamente a la hora lucir símbolos judíos o citar la Tora en sus apariciones públicas.

Sorprende el éxito de proyectar a los electores de Argentina esta mezcla de libertad religiosa y de libertad en general como esencia básica de su programa político. En un mundo occidental tan religiosamente aséptico Milei sigue su conciencia y hace uso de una simbología que responde a sus propias inquietudes: El shofar es el cuerno de carnero que se utiliza como trompeta en momentos claves de las celebraciones religiosas. En su último mitin político antes de la votación Milei mostró un video de un hombre con un talit tocando el cuerno para a posteriori proyectar las imágenes de edificaciones del Estado cayendo cual las murallas de Jericó. Se entendió perfectamente. Un Milei mesiánico que viene a salvar Argentina, Milei sabe que ha sido escogido y sus votantes también.

El primer viaje de Milei tras resultar elegido ha tenido un carácter espiritual. Ha visitado por segunda vez el Oel, donde están las tumbas de los rabinos Menachem Mendel Schneerson y Yosef Yitzchok Schneersohn, insignes en la comunidad Chabad Lubavitch en Nueva York. Mas Milei no parece estar atado a una comunidad específica del judaísmo. Su contacto y amistad incluyen otras tradiciones hebreas como la marroquí.

La relación con el Papa Francisco no ha sido optima. Milei critica duramente la condescendencia del Papa con dictaduras de izquierda como las de Cuba y Venezuela. Su Santidad aboga por una justicia social y una redistribución de la riqueza que en la práctica implica la eliminación de las libertades y el uso de la violencia. Para Milei, las orientaciones del Papa son erróneas, pero no se prevé que haya un choque de trenes. El ecumenismo de Francisco I podría facilitar el establecimiento de puentes entre ellos.

Milei también anunció el traslado de la embajada de Argentina de Tel Aviv a Jerusalén. Sigue así la decisión tomada por el presidente Trump. Un mensaje claro y directo de amistad hacia Israel. Israel considera Jerusalén como su eterna capital, pero solo unos pocos países han trasladado su embajada de Tel Aviv.

En un momento en el que Israel está muy sola aparece un amigo y la trascendencia para Argentina de profundizar esa relación no pueden ser más que positiva en todos los aspectos.

MARTÍN GURRÍA 

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Fuente: El Mundo