Los Países del Golfo y el «día después»: reconstrucción – con condiciones

Por Ilan Zalayat y el Dr. Yoel Guzansky

En respuesta a una solicitud de este tipo por parte de Estados Unidos, se informó que los dos países se negaron a enviar soldados en su nombre a Gaza, pero aceptaron ayudar financieramente en la reconstrucción de la destrucción sin precedentes causada por la guerra. 

Sin embargo, la financiación depende de condiciones específicas, encabezadas por los esfuerzos por lograr una solución de dos Estados y una reforma integral de la Autoridad Palestina. 

No es nada seguro que Israel y los palestinos puedan cumplir estas condiciones.

La condición básica impuesta por Riad y Abu Dhabi es la devolución del control de la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina. 

Esto es contrario a la posición del primer ministro, que se opone firmemente a este plan. 

Además, los funcionarios sauditas y emiratíes dejaron claro que Israel debe aceptar negociar con la Autoridad Palestina para resolver el conflicto mediante el establecimiento de un Estado palestino. 

En respuesta a la declaración de Netanyahu de que la financiación procedería de ambos países, el embajador de los Emiratos Árabes Unidos ante las Naciones Unidas se apresuró a aclarar que su país sólo lo hará si se le presenta una hoja de ruta «seria» con un calendario y un objetivo claros para la creación de un Estado palestino.

Para demostrar la seriedad de sus intenciones de invertir a largo plazo en los habitantes de Gaza, los Emiratos Árabes Unidos instalaron tres plantas desalinizadoras en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto para aliviar la escasez de agua potable dentro de la Franja.

El apoyo financiero de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos para la reconstrucción de Gaza al día siguiente de la guerra es importante pero no suficiente para Israel. 

Los estados también deben desempeñar un papel político activo en el apoyo a un liderazgo palestino que llene el vacío dejado por Hamás, deje de lado a Qatar y su influencia negativa, alivie el control de seguridad que Israel dejará en la Franja y dé legitimidad árabe al mecanismo de gobierno alternativo en Gaza. 

Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos pueden ver esto como una oportunidad para aumentar su influencia, particularmente si se muestran reacios a hacerlo sin un horizonte político, cuando la opinión pública podría percibir que han ayudado a la ocupación israelí de la Franja y mientras temen que su inversión sea en vano por otra guerra.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies