Yamit y Benny Amital son dos de los sobrevivientes de una de las comunidades más afectadas por el ataque de Hamás del 7 de octubre, Nir Oz. Después del ataque, tuvieron que ser evacuados a Eilat.
Allí viven frente a la Reserva Natural Coral Beach. Fue allí donde un club de buceo le ofreció a Yamit algo que no sabía que iba a tener el poder de ayudarla con su proceso de recuperación del trauma de haber sido víctima del ataque terrorista. “Hay una especie de tranquilidad en el mar, en lo profundo”, relató después de su inmersión en el agua del Golfo de Eilat, “es como si no oyeras nada, solo escuchas la música del mar”, agregó.
Clubes de buceo en Eilat, además de la federación de buceo de Israel y algunos voluntarios están trabajando para ofrecer cursos y sesiones gratuitas a evacuados israelíes. Yuval Goren, gerente del club de buceo Aquasport, explicó que la iniciativa surgía de la desesperación “por dar lo que podíamos” para ayudar a los evacuados.
Yotam Dagan, psicólogo que participa del proyecto, explicó que se dieron cuenta de que “estar en el agua y debajo del agua tiene enormes efectos emocionales beneficiosos”. Es una actividad que puede reducir “el estrés de una manera muy significativa, no solo durante la sesión de buceo en sí, sino también más allá, en los minutos, horas, a veces más que eso”, continuó Dagan.
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