Las declaraciones del presidente de Francia fueron formuladas poco después del ataque en Beirut que acabó con la vida del ‘número dos’ del grupo terrorista islámico Hamás, Saleh al Arouri, atribuido a Israel.
En un comunicado, el Elíseo señaló que en su conversación con Gantz Macron insistió en que va a seguir repitiendo ese mensaje sobre la necesidad de evitar una escalada «a todos los actores implicados directa o indirectamente en la zona».
En el comunicado, en el que no se hace mención explícita de la acción contra Al Arouri, cuya autoría Israel no se ha atribuido, el Elíseo afirma que Francia está trabajando para impedir que el conflicto se propague a la frontera entre el Estado judío y el Líbano.
Para eso pide a todas las partes que respeten la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que sirvió para poner fin en 2006 a la guerra entre Israel y Hezbollah, y que entonces fue asumida por los gobiernos de Jerusalén y Beirut, y también por el grupo terrorista chií libanés.
Tras la eliminación del ‘número dos’ de Hamás en la capital libanesa, Hezbollah atribuyó el hecho a Israel, lo calificó de un acto «muy peligroso» para el Líbano y amenazó diciendo que «no pasará sin respuesta».
Macron también manifestó al ministro Gantz en la conversación telefónica que ambos mantuvieron «su muy gran preocupación» por el gran número de víctimas civiles y por la «situación de urgencia humanitaria absoluta» en Gaza.
Recordó lo que llamó «el imperativo de protección de los civiles que se impone a Israel», e hizo hincapié en «la urgencia» que hay para enviar «la ayuda necesaria» a la población de Gaza, así como la necesidad de trabajar para «un alto el fuego duradero, con la ayuda de todos los socios regionales e internacionales».
Macron criticó las declaraciones de algunos responsables israelíes sobre el desplazamiento voluntario o forzado de los palestinos de Gaza alegando «no son aceptables y contradicen la solución de dos Estados, que constituye la única viable para que vuelva la paz y la seguridad para todos».
Aludía a los llamamientos hechos por varios ministros ultraderechistas del Ejecutivo israelí del desplazamiento de palestinos de la Franja de Gaza (unos 2,2 millones de personas) y el regreso de colonos israelíes que fueron evacuados en 2005 (unos 8.000) por decisión unilateral del Gobierno del entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon.
Con información de agencias
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