Por Dudi Siman Tov, Nitsan Yasur y Danny Citrinowicz
Esta semana, el Servicio de Seguridad General (Shabak) reveló una serie de esfuerzos de influencia en las redes sociales por parte de elementos iraníes que se hacen pasar por israelíes para influir en el discurso israelí, recopilar información de inteligencia y utilizar a ciudadanos israelíes de manera engañosa para profundizar las divisiones sociales y políticas.
Este acontecimiento se corresponde bien con la estrategia iraní, manifestada en los últimos años, destinada a dañar al Estado de Israel y a la sociedad israelí «por debajo del umbral de la escalada».
Irán supone que el uso del ciberespacio y de las redes sociales le permite negar estas acciones, ya que las características de este espacio, llevado a cabo en el anonimato, permiten tabicar a Irán de sus acciones contra Israel, reduciendo significativamente la probabilidad de una respuesta israelí a estas actuaciones.
Estos esfuerzos se han intensificado durante la guerra en Gaza, aprovechando el shock que la sociedad israelí ha sufrido desde el 7 de octubre.
Algunas de las redes de influencia descubiertas por el Shabak se establecieron inmediatamente después del ataque de Hamás, el 8 de octubre, o en las semanas siguientes; mientras que los que operaban antes del estallido de la guerra pasaron a centrarse en cuestiones relacionadas con la guerra, como la lucha por el regreso de los rehenes o la promoción de llamamientos para «volver a Gush Katif».
Además de los objetivos de estas operaciones, tal como se describen en el anuncio del Shabak, buscar recopilar información de inteligencia (por ejemplo, mediante encuestas), influir en el discurso interno y acosar a los partidos políticos o a las familias de los rehenes. También existe la incitación iraní contra ciudadanos árabes israelíes, incluida la publicación de datos personales y fotografías de los ciudadanos con símbolos de objetivos en sus caras.
La red fomentó incidentes de violencia en varios hospitales de Israel y difundió información falsa sobre la presencia de «terroristas de Hamás» en esos nosocomios.
El propósito era profundizar la división judío-árabe e incluso generar fricción física y violencia en un momento crítico cuando altos funcionarios de Israel advirtieron contra un potencial Guardián de las Murallas II.
La exposición de los esfuerzos de influencia iraní en las redes sociales, como lo hizo el Shabak esta semana, muestra que la organización los ve como una amenaza significativa.
La exposición detallada en los medios enfatiza que un canal clave para abordar el fenómeno es fortalecer la conciencia y alfabetización digital del público.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies