Fortalecer los lazos culturales en tiempos de guerra – Dorón Peer, diplomático israelí en Argentina

El diplomático israelí Dorón Peer, nuevo agregado de diplomacia pública en la Argentina, visitó los estudios de Radio JAI y contó sobre su pasión por multiples intereses y sus planes para potenciar la cooperación entre Israel y Argentina en medicina y deportes.

Dorón Peer se presenta a sí mismo con una pequeña reseña: casado y tiene dos hijos. Nació en Haifa y este es su segundo destino en la Cancillería israelí. En su juventud fue guía en el campo del turismo, y aún hoy conserva mucho interés en esa temática. Además de su carrera académica con énfasis en el derecho internacional y en la arqueología Doron es un apasionado por la danza. Quien otrora fuera instructor de salsa, hoy está junto a su esposa en la búsqueda de una milonga en donde pueda dar sus primeros pasos en materia de tango.

A la hora de describir sus aficiones, Dorón resalta que le gustan las mascotas, especialmente los perros, pero también destaca su interés en el deporte, especialmente en correr y bucear.

En lo que hace a su tarea como agregado de diplomacia pública, el diplomático israelí resalta su deseo de llevar a los máximos referentes de la cultura israelí al Teatro Colon, al tiempo que sueña con ver en el Teatro Nacional de Israel Habima, las mejores expresiones de la cultura argentina.

Su gestión en el país señala especial interés en profundizar la cooperación en el campo de la medicina y el deporte.

Peer compartió las dramáticas vivencias de guerra actuales en Israel desde el 7 de octubre, describiendo el impacto personal y colectivo de los desafíos a los que se enfrentan. Es el momento más difícil de la historia de Israel señala sin dudarlo. A pesar de esto, destaca la resiliencia del país y la movilización de la sociedad civil en innumerables proyectos culturales, como la galería “Nombres & Rostros” que comenzó como una plataforma virtual y luego pasó a una exposición física que también han traído a la Argentina.

En una entrevista en la que se muestra tal como es, siente y piensa este joven brillante diplomático de 41 años expone las mejores virtudes de la sociedad israelí que desde la carencia de recursos naturales fortaleció y privilegió la riqueza cultural. educativa y cívica del startup nation.

 

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