Por Yoni Ben Menachem
Los esfuerzos de extorsión del jefe de la mafia de Hamás no deben tener éxito
Israel está actualmente lidiando con las consecuencias de descuidar el crecimiento maligno de Hamás en la Franja de Gaza a lo largo de los años, permitiéndole evolucionar hasta convertirse en una entidad terrorista potente y letal.
Yahya Sinwar, el líder de Hamás en la Franja de Gaza, está usando a los rehenes para someter a Israel. Es imperativo que Israel se resista a rendirse y adopte medidas decisivas para eliminar a Sinwar y desmantelar la infraestructura militar de Hamás.
La lucha actual entre Israel y la organización terrorista Hamas ha atraído la atención en todo el Medio Oriente.
El conflicto se intensificó, el pasado 7 de octubre, con un ataque sorpresa de Hamas contra las comunidades aledañas con la Franja de Gaza, que resultó en una brutal masacre de civiles y soldados israelíes.
Si bien Israel es una nación formidable, permitió el crecimiento desenfrenado de Hamas desde su apropiación de la Franja de Gaza en 2007. El fracaso en impedir el establecimiento de un ejército bien equipado, con cohetes, drones y un extenso sistema de túneles, agravó el desafío.
La afluencia de cientos de millones de dólares procedentes de Qatar fortaleció aún más a Hamás.
Los errores más graves del nivel político y de seguridad israelí, impulsados por el deseo de «comprar la calma», permitieron que el monstruo terrorista en Gaza hiciera metástasis en proporciones sin precedentes.
Este monstruo, cuyo objetivo es eliminar al Estado de Israel, retiene ahora a 136 rehenes y cadáveres israelíes en túneles de la Franja de Gaza.
Yahya Sinwar, el cerebro detrás de la masacre del 7 de octubre, comprende las vulnerabilidades de Israel, en particular su sensibilidad hacia los prisioneros y su disposición a pagar un alto precio por su liberación.
Explotando esto, busca replicar el «canje por Shalit» de 2011, en el que Israel liberó a más de mil terroristas, sentando un peligroso precedente.
Habiendo sido liberado él mismo en el «acuerdo Shalit», Sinwar ahora intenta someter a Israel mediante la extorsión al estilo mafioso y el terror psicológico.
Sus demandas incluyen el fin de la guerra, la retirada de Israel de Gaza y la liberación de varios miles de presos de seguridad, entre ellos aproximadamente 400 asesinos.
El plan de Sinwar implica liberar sólo a algunos de los rehenes israelíes.
Después de la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de Gaza, su objetivo es conseguir garantías internacionales para que Hamás permanezca en el poder, levante el bloqueo israelí y establezca un puerto en Gaza.
Israel no debe sucumbir al chantaje y al engaño de Sinwar. El nivel político debe considerar las implicaciones más amplias para la posición de seguridad de Israel y continuar la lucha en Gaza hasta que la infraestructura militar de Hamás sea destruida y su liderazgo eliminado. Ceder a las tácticas de Sinwar sería un fracaso estratégico para Israel.
Las FDI deben mantener el impulso y derrotar militarmente a Hamás. Israel no puede establecer un precedente peligroso que permita a los enemigos pensar que pueden chantajear al Estado y forzar concesiones en materia de seguridad.
La presión militar sobre Hamás sigue siendo la herramienta más eficaz de Israel para conseguir la liberación de los secuestrados.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs