Por el general (de la reserva) Tamir Hayman
La iniciativa estadounidense para el cambio regional incluye:
- Continuación de la responsabilidad israelí en materia de seguridad (Israel tiene derecho a eliminar las amenazas) y un acuerdo para liberar a los rehenes.
- Normalización con Arabia Saudita
- Reemplazo del gobierno de Hamás por el gobierno de una Autoridad Palestina «renovada y revitalizada», es decir, diferente de la actual Autoridad Palestina.
- Una alianza de defensa entre Estados Unidos y Arabia Saudita contra Irán y el eje de resistencia
- Respaldo y financiación saudita para la reconstrucción de Gaza (a diferencia del respaldo de Qatar, que apoya a Hamás)
Y ahora, las aclaraciones:
- Esta oferta existe sólo gracias a los logros operativos y al éxito militar de Israel sobre el terreno.
- El esfuerzo ofensivo de Israel no se detiene. De hecho, profundizarlo es importante.
- La propuesta es una base para negociaciones bajo fuego. No hay alto el fuego.
Y unas palabras de aclaración sobre los términos predominantes, casi familiares, que pueden resultar confusos: respecto del Ejército, de las metas y objetivos definidos para el Ejército por el nivel político y del «día después de la guerra».
¿Está el Ejército luchando por separado y sin conexión con lo que el nivel político ha definido para el día después de la guerra?
¿Se mantiene la eficacia del combate incluso sin las directivas del nivel político sobre una estrategia de salida?
«Ejército» es un término demasiado amplio y «el día después de la guerra» es demasiado vago.
Para preservar los logros del Ejército y su eficacia en el combate, el Gobierno debe definir el estado final deseado para el Ejército.
A su vez, el establishment de seguridad debe planificar cómo lograr ese estado final, y el Estado Mayor debe dirigir la actividad operativa hacia ese logro.
En el mando táctico, al comandante de la Compañía, al comandante del Batallón y al comandante de la División no les importa quién controlará Gaza después de la guerra; pero esto no es cierto para el nivel del Estado Mayor, que – basándose en la directiva del escalón político- se debe preparar para entregar las riendas al actor que sustituirá a Hamás.
En cuanto al concepto de «después de la guerra», debemos aprender la lección de los acontecimientos en el norte de la Franja de Gaza.
Los intensos combates han terminado y Hamás regresa, porque el caos es un lugar cómodo para que Hamás vuelva a gobernar.
En conclusión, el combate no es lo suficientemente intenso y el liderazgo político no es lo suficientemente proactivo.
Lo que está en curso en el norte de la Franja de Gaza se aplica también a otras zonas, y todavía no hemos hablado del cruce de Rafah ni del corredor Philadelfi.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies