El gobierno español sigue financiando a la UNRWA

Por Ricardo López Göttig

El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, anunció que el gobierno de su país seguirá financiando a la UNRWA, la agencia especial para refugiados de la que se descubrió que tuvo miembros que colaboraron activamente en los ataques terroristas de Hamas del 7-O. Si bien había fuertes sospechas de que Hamas y la Jihad Islámica se habían infiltrado en ese organismo, las evidencias recientes tuvieron como consecuencia que una veintena de gobiernos decidiera dejar de financiarlo, lo que significa una pérdida del 76% de sus ingresos corrientes. A pesar de todo, Albares anunció ante los diputados que remitirá de modo urgente unos 3,5 millones de euros para UNRWA.

La postura del gobierno español de Pedro Sánchez es diferente, porque sus socios políticos de la coalición gubernamental le marcan la agenda y él no tiene prurito en prestarse a ello. Con tal de continuar unos años más, sea como fuere, Pedro Sánchez ha accedido a todas las demandas de sus aliados circunstanciales, aunque sea desmembrando al propio Estado español. En este caso, sus socios por izquierda de Sumar (en donde ha recalado buena parte del cada vez más enflaquecido Podemos, sello en vías de extinción) le exigen que se pliegue a su narrativa, tomando distancia de los otros gobiernos de la Unión Europea y de la OTAN.

El actual gobierno español, una coalición del PSOE, Sumar y partidos secesionistas, un Frankenstein en el que cada uno de sus miembros tiene una agenda propia, está tomando una serie de decisiones que lo apartan del trabajo diplomático conjunto con sus pares europeos. No ha querido formar parte de la alianza naval para defenderse de los ataques houthíes en el Estrecho de Bab el Mandeb, y el ministro Albares emprenderá un viaje por Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos para promover la solución de los “dos Estados”, lo que hizo en un periplo anterior a Irak y el Líbano. Todo esto es para hablarle a una porción de su ciudadanía, que ha venido consumiendo durante años las tertulias en HispanTV de Pablo Iglesias, y que se niega a ver con sus propios ojos que Hamas quiere un solo Estado desde el Río Jordán hasta el Mediterráneo, de exclusivismo teocrático islamista, el sueño que tanto desvela a jihadistas de toda índole en Asia y África.

Como en tantas otras democracias, las agendas particulares se imponen sobre las políticas de Estado. Mientras, se pierde en la neblina la defensa de las libertades individuales y del Estado de Derecho, porque se presta más atención a los tumultos callejeros de estudiantes obnubilados con regímenes autocráticos que los colgarían en las plazas. Hace menos de cien años atrás, el mundo marchaba feliz hacia el borde su propia autodestrucción, con armas menos letales y sin la posibilidad de la información instantánea. En 2024, esperemos estar a tiempo para salvarnos del abismo.