Los juicios de los judíos.

Una impresión antigua del Talmud (Ta’anit 9b); el comentario de Rashi se encuentra en la parte inferior de la columna derecha, continuando unas líneas en la columna izquierda. Foto: Wikipedia – Dominio Público

“Y estos son los juicios que colocarás delante de ellos”.
Exodo capítulo 21

Cuidarse de los tribunales gentiles.

El exégeta Rashí ( Rabino 1040-1105 Troyes-Francia), un clásico para la comprensión del sentido del texto bíblico, explica sobre estas líneas, la grave prohibición de acudir a tribunales de no-judíos para saldar litigios o cuestiones entre judíos. Y continua: “y aún si sus leyes son similares a las de la Torá”.

Un asunto de suma gravedad.

Estas situaciones provocan Jilúl Hashem (o profanación del nombre de D’os), y además, y lo he vivido al tener que ir como testigo a los Tribunales, en una acusación que hacía un empleador judío contra un presunto empleado infiel (también él judío).

Recuerdo, aunque pasaron los años, haber sentido vergüenza ajena al tener que declarar ante los empleados y secretarias del juzgado. Y este sentimiento era compartido por varias personas que, como el que escribe tenían que testimoniar. Entonces vinieron a mi mente las palabras de mi madre Aida k. de Daitch que siempre me decía que hay cuestiones que son “esek bish” o “asuntos que traen vergüenza”.

Primero entre judíos.

No soy experto en leyes, ni estoy en contra de las leyes de nuestro país de hospedaje. Pero entiendo, que lo que falta o no funcionan bien, son los tribunales rabínicos locales, o autoridades reconocidas e imparciales, que puedan dictaminar si el tópico merece la intervención de la justicia general, o pueden ser resueltos en un ámbito comunitario.

La Torá es una adelantada.

Sabe de las artimañas de los humanos. Y de la cual, lamentablemente hay muchos judíos que aprovechan para sacar algún rédito dinerario.

Pero, Hashem nos muestra las consecuencias de nuestros actos, tanto en forma inmediata como a largo plazo.

Y que podemos esperar, los judíos, al tener que ser juzgados por gentiles, y esto cabe tanto a individuos como al conjunto, lo que sucede hoy en día con Israel, llevado por Sudáfrica a la Corte Penal Internacional (obvio que hay prejuicio antisemita entre los mismos jueces).

Ya que, lo que desean en verdad es dañar moral y legalmente el nombre del Pueblo judío ante la mirada de los otros pueblos.

Reflexión. Final.

Es un punto para el debate, y un tópico que camina sobre un campo minado. Y donde es difícil “separar la paja del trigo”. Es decir, de los legítimos intereses y derechos, hasta conductas de oportunistas, que terminan como decimos en el rezo de amidá que se dice de pie, como soplones y entregadores de sus hermanos

imitando en algunos casos el formato gentil, o incluso utilizando abogados no judíos, que actúan como “el goi que le hace el trabajo sucio al judío”, bajo el membrete de una institución comunitaria.

Para concluir, no me cabe duda, después del 7-10 que nos encontramos frente a un D’os que no tolera la falsedad y la crueldad maquillada. Y que toda inconducta de judíos es más grave si estos son ortodoxos ya que conocen la ley judía.

Como siempre el debate queda abierto y se escuchan opiniones al respecto sobre este breve comentario de la parashá (capítulo semanal), que leímos el Shabat pasado en las sinagogas de todo el mundo.

Shavua Tov.

Dr. Natalio Daitch