El estudio de los genes de la población judía podría ser un salto en el tratamiento contra el Alzheimer

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Alzheimer es el tipo más común de demencia y afecta a alrededor de 40 millones de personas en todo el mundo. Si bien es conocida desde hace más de 100 años, no existe una cura o tratamiento aceptado para la enfermedad.

Amir Glik, director de Neurología Cognitiva del Hospital Beilinson, es un neurólogo cognitivo israelí descubrió algo en 2017: se dio cuenta que más de la mitad de sus pacientes judíos que experimentaban un declive cognitivo eran judíos sefardíes, es decir que provenían de España y Portugal o del norte de África y Medio Oriente.

A partir de eso comenzó un estudio sobre la demografía de los judíos en relación al inicio temprano de la enfermedad de Alzheimer.

Glik revisó desde entonces cientos de expedientes de pacientes en la clínica de neurología cognitiva del hospital, y confirmó que el 64% de los pacientes judíos con demencia de inicio temprano eran sefardíes, y solo el 36% eran judíos askenazíes.

Luego de esto, el gobierno de Estados Unidos financió con 13 millones de dólares la investigación genética que el equipo de Glik llevó a cabo con la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston y tres centros médicos israelíes adicionales. 

El objetivo es avanzar en la detección temprana, el tratamiento y el cuidado de los pacientes con la enfermedad.