El padre de Almog Meir-Jan murió horas antes de saber que su hijo había sido rescatado con vida de la Franja de Gaza en una operación militar israelí en Nuseirat, centro de la Franja de Gaza; mientras que Noa Argamani pudo reencontrarse anoche con su madre, enferma de cáncer terminal.
Los rumores comenzaron a circular anoche, pero hoy lo confirmó la familia. Yossi Meir, padre de uno de los cuatro rehenes israelíes rescatados ayer, Almog Meir-Jan, murió de un infarto la madrugada del sábado horas antes de poder abrazar a su hijo, que volvía a casa tras ocho meses en cautiverio a manos de Hamás.
«Mi hermano murió de pena y no pudo volver a ver a su hijo. La noche anterior al regreso de Almog, el corazón de mi hermano se detuvo», confirmó hoy a la emisora pública Kan su hermana Dina.
Yossi, de 57 años, vivía solo en la ciudad de Kfar Saba, y será enterrado allí esta tarde.
Israel llevó a cabo el sábado una exitosa operación de rescate de cuatro rehenes israelíes con vida en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza.
Los rehenes rescatados con vida son Noa Argamani, de 26 años; Almog Meir Jan, de 21; Andrey Kozlov, de 27, y Shlomi Ziv, de 40, que fueron secuestrados por el grupo terrorista islámico Hamás en el festival de música ‘Nova’ el 7 de octubre.
Es el mayor rescate de rehenes desde que comenzó la guerra, y las tropas no hallaban cautivos con vida desde que sacaron en febrero de Rafah a los argentino-israelíes Luis Norberto Har y Fernando Marman.
Dina explicó que un oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) le llamó ayer por la mañana para comunicarle que habían rescatado a su sobrino y que habían llamado a Yossi pero no lo habían podido localizar. Ella tampoco pudo, feliz con la noticia, salió de inmediato a su casa para contársela en persona.
Condujo su automóvil «como una loca», tocó la puerta y gritó su nombre repetidamente. «No obtuve respuesta, pero vi que la puerta estaba abierta, entré y lo encontré aparentemente dormido en el sofá».
«Vi el color de su piel, lo toqué, ya estaba muerto», contó entre lágrimas Dina, quien confesó que toda la familia está destrozada a pesar de la inmensa alegría que supone el regreso de Almog.
Dina relató a Kan que su hermano Yossi pasó ocho meses «pegado al televisor aferrándose a cada dato» y que cada vez que un posible acuerdo de tregua para liberar rehenes no salía adelante «se le rompía el corazón».
«Perdió 20 kilos, no podía soportarlo. Se encerró en sí mismo, no quería ver a la gente, no podía comunicarse», matizó.
Almog conoció la noticia de la muerte de su padre, poco después de ser rescatado, cuando se reencontró con su familia en el hospital Sheba donde fueron trasladados los cuatro rehenes para recibir atención médica.
Noa Argamani, la rehén más famosa
El nombre de Noa Argamani fue el que más destacó cuando se conoció la noticia del rescate. Su caso fue muy sonado desde el principio, ya que su madre padece un cáncer cerebral terminal e Israel, a través de los mediadores, reclamó a Hamás muchas veces su liberación por razones humanitarias, sin éxito.
Fue a ella a la primera a la que llamaron por teléfono tanto el primer ministro, Benjamín Netanyahu, como el presidente Isaac Herzog; y en las primeras imágenes se le ve siempre sonriente, abrazada a su padre y disfrutando de una Coca-Cola, su primer capricho en libertad.
Ayer por la noche Noa fue transferida al hospital Ichilov de Tel Aviv, donde está ingresada su madre Liora, cuyo deseo antes de morir era volver a ver a su hija.
«Siento que es mi cumpleaños. Este es el mejor regalo que podría recibir», confesó a los medios su padre Yakov Argamani, quien recordó al Gobierno su obligación de traer a los 116 rehenes del 7 de octubre que quedan en Gaza, de los que unos 40 hay indicios de que están muertos.
Argamani se hizo popular también fuera de Israel porque el vídeo de su secuestro, junto con su pareja Avinatan Or -aún en cautiverio- en el festival de música Nova se hizo viral; y protagonizó varios vídeos propagandísticos de Hamás, uno en enero en el que relataba a cámara cómo habían muerto supuestamente por bombardeos israelíes sus compañeros de cautiverio, Yossi Sharabi e Itay Svirsky.
Hace diez días publicaron otro en el que se escuchaba su voz implorando «Salvadnos» en un mensaje dirigido al gobierno de Netanyahu, como presión para que acepte bajo las condiciones del grupo terrorista, un acuerdo de tregua para liberar a todos los rehenes.
Agencias colaboraron en este artículo de Aurora