Una clínica de la Universidad de Tel Aviv denuncia que muchos reservistas que padecen estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) tras haber combatido en Gaza son llamados de nuevo a filas antes de completar su tratamiento, lo que pone también en peligro a sus compañeros.
Cuando son llamados, «algunos dejan todo atrás y regresan a servir. Esto puede empeorar sus propios síntomas y también existe una preocupación real sobre su capacidad para funcionar y tomar decisiones como comandantes o miembros de escuadrón en el campo de batalla», explica en un comunicado el director del Centro Nacional de Post Trauma y Resiliencia de la Universidad de Tel Aviv, Yair Bar-Haim.
La Clínica del Centro Nacional de Post Trauma y Resiliencia de la Universidad de Tel Aviv, la clínica de PTSD más grande de Israel, se inauguró poco después de que estallara la guerra actual. Cada semana recibe alrededor de 40 nuevas solicitudes de tratamiento tanto de civiles como de soldados, según la propia institución.
«Muchos de nuestros pacientes son llamados nuevamente antes de completar la terapia para el trastorno de estrés postraumático de su primera ronda de combates», detalla Bar-Haim, quien considera que el sistema de salud mental en Israel experimenta «una profunda crisis».
Un total de 311 soldados israelíes han muerto durante la operación terrestre en Gaza, según datos castrenses, el número incluye un efectivo de la fuerza espacial de la policía muerto en una misión de rescate de rehenes y un contratista civil del Ministerio de Defensa que también murió en la Franja.
Bar-Haim cree que hay que aumentar la conciencia de los soldados y civiles sobre los síntomas del trastorno del estrés postraumático, y eximir del servicio militar a las personas que ya reciben terapia hasta que la concluyan. EFE y Aurora