“El Eterno habló a Moshé, para decir: Envía para ti hombres para que exploren la Tierra de Kenaan que Yo entrego a los hijos de Israel”.
Libro de Números 13 versículos 1-2
Casa y hogar. Definiciones.
La Casa tiene significado o alude a un edificio para habitar, vivienda o inmueble. Obvio que alude al ladrillo, sus paredes, habitaciones,etc.
Por el otro lado el hogar esta conformado por las relaciones de quienes habitan ese lugar físico. Y es por este camino, que podemos mencionar que la palabra hogar nos evoca otros términos como: el amor, la comunicación, valores, la educación de la familia.
De hecho, el hogar alude al lugar donde se enciende el fuego, que calienta tanto el cuerpo como el alma.
El continente y el contenido.
D’os entregó la Torá y las mitzvot o los preceptos (el contenido), antes de que darles la Tierra de Israel (el continente). Ya que la idea era el motivo o que clase de actividades iban a desarrollar en esa Tierra en particular.
De hecho, muchos rabinos nos aclaran, que el pueblo judío pudo vivir aún con dificultades en las diversas diásporas, solo con la observancia de la Torá, sin la necesidad de contar con un territorio en particular.
De todas formas, ambos conceptos se encuentran indefectiblemente entrelazados. Ya que algunos preceptos solo pueden realizarse en Eretz Israel, e igualmente la idea es el retorno de todo el pueblo judío que se nos refiere como “la reunión de las diásporas”.
Shelaj (envía).
Este último capítulo de la Torá, si bien alude a los espías que mandó Moshé a explorar la Tierra Prometida, y más allá de lo traumático de la situación provocada a todo el pueblo de Israel, que se desprende del informe negativo de 10 de los 12 espías, oculta otra problemática que tiene que ver con la introducción de esta exposición.
Cuando los espías hablan de “una tierra que devora a sus habitantes”, esto puede explicarse de acuerdo a la forma en que los habitantes se comporten o lo que hagan en esta tierra.
Y esto conduce a una problemática que es histórica y muy actual.
Secular o religioso. Final.
Los ideales, y la visión de establecer un Estado Judío parece que, en algunos sectores, choca con el objetivo de residir en ese pedazo de tierra y que clase de vida pretendo llevar.
En lo personal soy una persona respetuosa de todas las opiniones, y de hecho no soy Israelí. Y es justamente aquí donde el nudo de la cuestión brota con toda su fuerza, ya que el peligro es que el israelí pierda su carácter judío.
Es decir, una nacionalidad pero sin religión.
Es decir, hay muchos que tienen diversas visiones de lo que significa vivir en Israel. Y si bien apostamos por la libertad y la democracia, de última debemos reconocer que ser un judío observante no es una opción según la cosmovisión de la Torá.
Y si buceamos en la historia, la pérdida de la territorialidad ha venido precedida de una crisis que implicaba la pérdida de valores morales, espirituales y la desvirtuación del servicio religioso.
En mi modesta opinión, la Torá y la Tierra son las dos caras de una misma moneda. Ya que, si el vaso (mi continente) está vacío es debido a la falta de agua (el contenido).
La casa debe ser también un hogar. Y esto, en lo particular como en lo grupal o colectivo.
Para finalizar, debemos repensar como apelmazar (compactar) estos dos elementos, ya que la Tierra es lo que permite o posibilita que la práctica judía del servicio a Hashem pueda alcanzar su máxima expresión.
No debe haber enfrentamiento entre hermanos. Solo un diálogo que conduzca a la unión y al fortalecimiento de los logros alcanzados.
El 7-!0 nos ha demostrado las terribles consecuencias que pueden suceder/nos cuando no hay amor y respeto mutuo entre todos los hermanos.
Reitero el famoso dicho: “reemplazar el odio gratuito por el amor gratuito”. Después de todo, seculares y religiosos somos todos hijos de D’os. Y un padre quiere ver reunidos a todos sus hijos. A todos ellos sin excepción.
La creación del Estado de Israel es el comienzo de la redención del pueblo judío, pero no cabe duda que falta un paso más en esa dirección.
Shavua Tov.
Dr. Natalio Daitch