El Instituto Nacional de Oceanografía está situado a orillas del mar Mediterráneo en Haifa, cerca de Tel Shekmona. Nombrado en honor a Yohai Ben Nun, su fundador, se dedica a la investigación y el desarrollo en ciencias marinas y proporciona información y asesoramiento profesional al gobierno y al sector público en el contexto de la utilización sostenible y la preservación de los recursos marinos y costeros de Israel.
El jueves pasado, el instituto llevó a cabo la primera conferencia sobre el impacto del cambio climático en los mares de Israel. El evento estuvo organizado por el profesor Gil Rilov y reunió a destacados científicos marinos que presentaron investigaciones, señalando el panorama alarmante de las aguas en Israel.
El aumento en las temperaturas del agua hace que se debiliten los arrecifes de coral y además aumenta la presencia de erizos invasores que arrasan con las algas que sirven de alimento a los peces.
El problema es global. En el marco de la conferencia, el profesor Maoz Fine, del Instituto Interuniversitario de Ciencias Marinas en Eilat y la Universidad Hebrea de Jerusalén, destacó que en los últimos 30 años, el mundo ha perdido aproximadamente la mitad de sus arrecifes de coral.
En este sentido, la región israelí tiene algunas ventajas: se cree que los arrecifes en el Golfo de Aqaba frente a la costa de Eilat se han mantenido estables por una ventaja adaptativa llamada selección térmica que se originó en la migración post-Edad de Hielo.
Pero el calentamiento global no es la única amenaza para los arrecifes. Por ejemplo en Eilat, el puerto petrolero de la Compañía de Oleoductos Europa Asia se encuentra a solo 650 metros de un importante arrecife de coral, lo que agrava el riesgo para estos ecosistemas.