“Tridimensional, se dice de aquello que tiene alto, largo y ancho. Puede referirse a un cuerpo o a una figura o a un sentido”.
Un trípode.
En la cosmovisión judía hay tres patas que sostienen el comportamiento judío, el estudio de la Torá, el cumplimiento de las mitzvot o preceptos, y lo último las midot o cualidades que deben trabajarse (mejorarse) y que tanto influyen en la relación con nuestros semejantes.
El conjunto.
El conjunto, o si logramos aunar las tres, podemos acercarnos al objetivo. Ya que las dos primeras son necesarias, más no suficientes para entender lo que D’os desea de nosotros. Y es que seamos personas humildes y solidarias para con nuestro prójimo (como lo era el Profeta Moshé o el Todopoderoso que invita a sus ángeles a participar en la creación del ser humano en el inicio del Génesis).
Egoísmo y empatía.
Si bien, con el refinamiento de las midot, solo no alcanza, por otro lado, la observancia estricta de las dos primeras y aunque resulte en apariencia contradictorio nos alejaría de la meta. Ya que la religiosidad desprovista de bondad podría transformarse en otra clase de egoísmo ampliado. Es decir, una versión religiosa del egoísmo ampliado o el jamétz o levadura que infla la masa en ciertos ambientes seculares.
Amar al prójimo.
Y respetarlo no siempre es una tarea fácil. Aunque en verdad se trata de algo muy noble.
En nuestra comunidad judía Argentina, hay muchas falencias que campean aún en los círculos ortodoxos.
Falta un Tribunal de Ética que funcione en forma autónoma, para poder lidiar en disputas internas,
Y llamar la atención de comportamientos inapropiados referidos de rabinos, religiosos (o no) y de instituciones que se presentan con chapa de jasidut o bondad (siendo solo un maquillaje) al tópico que estoy abordando.
Judío tridimensional. Final.
Es el producto deseado. Una persona con valores o buenas midot. Tridimensional o que nos muestre relieve, y nos estimule con una sensación de profundidad.
¿Será por eso que tanto se estudia el Tratado de Padres (Musar o Ética o Principios) antes de recibir la Torá en Shavuot?
Para concluir, un judío plano no nos sirve, y el trabajo es arduo si continuamos en este sendero, tanto individual como colectivo, tanto en la diáspora como dentro del propio Estado de Israel.
¡Shavua Tov!
Dr. Natalio Daitch