Un equipo de científicos liderado por Assaf Zaritsky, de la Universidad Ben Gurión del Néguev, identificaron un nuevo modo de comunicación de comunidades recurrentes de células asociadas con el proceso de desarrollo de los ganglios linfáticos de la mosca de la fruta.
Este descubrimiento permite explicar cómo el comportamiento tisular colectivo surge de las interacciones entre células individuales.
Las comunidades identificadas consisten en grupos de tres a diez células, que no solo se comunican ampliamente entre sí, sino que también transmiten y reciben información de células circundantes.
Zaritsky explicó que identificaron “una escala espacial intermedia entre la función de células individuales y el comportamiento del tejido, donde las comunidades de células trabajan juntas para coordinar lo colectivo. Estos resultados subrayan cómo la diversidad en la comunicación local entre células puede contribuir a la toma de decisiones colectiva”.
El laboratorio de Zaritsky cuenta con el apoyo de GIF, la Fundación Alemana-Israelí para la Investigación y el Desarrollo Científico; el Consejo Israelí de Educación Superior a través del Centro de Investigación de Ciencias de Datos de la BGU, la Fundación Israelí para la Ciencia y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Israel, entre otros.