Un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) presentaron un nuevo estudio en el que se describe un innovador método que permite convertir los residuos orgánicos húmedos en biocombustibles líquidos y sólidos.
El volumen de residuos es un problema que va en aumento cada vez más en Israel. En 2019, se generaron aproximadamente 5.8 millones de toneladas de residuos municipales, con un promedio de 1.76 kg de desechos por persona al día, un 30% más que el promedio europeo. Además, alrededor del 80% de los residuos domésticos en Israel terminan en vertederos.
Los residuos orgánicos contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, la formación de lixiviados, y la contaminación del aire, el agua y el suelo.
Según los investigadores, los combustibles producidos a partir de residuos orgánicos podrían satisfacer, entre otras cosas, cerca de un tercio del consumo de combustible marino en Israel.
Goldberg explicó que “la gran ventaja de nuestra propuesta es que reduciremos la necesidad de tantos vertederos. Las municipalidades invierten fondos considerables en el transporte y tratamiento de residuos, y esta solución tiene el potencial de reducir significativamente esos gastos”.
Además, otro de los principales beneficios del sistema es que no es necesario secar los desechos previamente. sin la necesidad de secar los desechos previamente.
El estudio estuvo liderado por Alexander Golberg de la Escuela Porter de Medio Ambiente y Ciencias de la Tierra de la TAU, en colaboración con Maya Mosseri, Michael Epstein, Michael Gozin, Beverly Sackler, y Avraham Kribus.