Un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, liderados por Dan Yamin y Erez Shmueli del Departamento de Ingeniería Industrial, estudió los posibles usos de los relojes inteligentes con biomarcadores para la gestión temprana de enfermedades.
La investigación reveló que estos biomarcadores son capaces de detectar enfermedades contagiosas antes de la aparición de síntomas, lo que podría ser clave para prevenir futuras pandemias y mejorar la gestión temprana de enfermedades.
El estudio duró dos años e incluyó a 4.795 participantes, todos israelíes mayores de 18 años. Los voluntarios tenían que llevar un reloj inteligente que monitoreaba continuamente parámetros fisiológicos clave, como el pulso y la frecuencia cardíaca.
Centrándose en el COVID-19, influenza y estreptococo del grupo A (GAS), los resultados del estudio arrojaron que los biomarcadores podían advertir la presencia de una enfermedad entre 1 y 3 días antes de que los participantes notaran cualquier síntoma, lo que permitiría reducir los contactos sociales en el momento más contagioso de la enfermedad.
Yamin explicó que “el diagnóstico temprano puede ser fundamental para inducir cambios de comportamiento, como reducir los contactos sociales, cuando la enfermedad es más infecciosa”.