Esta semana, el fiscal general adjunto le anunció al ministro de Trabajo y Bienestar, Yoav Ben Tzur, la decisión oficial del Ministerio de Justicia de suspender los subsidios para guarderías para los estudiantes de Yeshivá a partir del 30 de noviembre.
La medida responde al fallo del Tribunal Superior de Justicia de junio, que declaró ilegal el apoyo financiero a estos estudiantes tras expirar la ley que permitía sus exenciones del servicio militar.
Sin un marco legal para eximir del servicio militar a los hombres ultraortodoxos, es ilegal continuar ofreciendo subsidios para fomentar sus estudios religiosos.
Los subsidios mensuales oscilan entre 1.100 y 1.600 shekels por niño, y con el tiempo se convirtieron en un ingreso fundamental para las economías familiares de muchas familias ultraortodoxas, cuyos ingresos son típicamente inferiores al promedio israelí.