Nacido en Bayhan, Yemen, en 1949, Zadok Ben-David emigró a Israel ese mismo año y se graduó en Escultura Avanzada en la Escuela de Arte St. Martin de Londres, donde también enseñó entre 1977 y 1982.
Conocido por sus esculturas, instalaciones y obras de arte público, explora temas relacionados con la naturaleza y la evolución humana. A lo largo de su carrera, el artista se presentó en muchos eventos internacionales, como la Bienal de Venecia en 1988, la XXII Bienal Internacional de Arte de Cerveira, Portugal en 2022, o la Bienal de Fotografía de Breda, Países Bajos en 2020.
A partir del 18 de septiembre, se abre al público Al otro lado, una exhibición de Ben-David en el Museo de la Torre de David en Jerusalén. Israel.
Crada por Eilat Lieber, directora del museo, la exposición incluye esculturas de hierro e instalaciones de video, combinando obras creadas específicamente para el espacio de la Torre de David con piezas exhibidas previamente en el extranjero y que se presentan por primera vez en Israel.
La exposición refleja los recientes acontecimientos trágicos en Israel, otorgándole un significado aún más profundo. A través de imágenes del mundo natural, Ben-David explora temas como la pérdida y el renacimiento y el paso de la desesperación al optimismo.
Ben-David sirvió en el ejército israelí cerca de la Franja de Gaza y mantiene una fuerte conexión con los paisajes agrícolas del sur de Israel. Luego del ataque de Hamás, el artista visitó las comunidades Be’eri y Kfar Aza, y sobre esa experiencia comentó que lo llevaron al “estacionamiento Tekuma y me mostraron las ruinas de los vehículos para ayudarme a llegar a una idea para una escultura memorial. Mi conclusión fue que los autos debían quedarse como están. No hay nada más potente para contar esa historia”.