Convive con animales y confía en ellos más que en nadie: un relato de Carolina Sanín que abre muchas preguntas

La escritora colombiana construye una historia sobre lo cotidiano y las dificultades en las relaciones en su cuento “Ellos dos”. “Es un cuento sobre el amor”, dice

[”Ellos dos” puede descargarse gratis en Bajalibros clickeando acá]

¿Puede el ser humano comunicarse de manera profunda con los animales? ¿Y si solo se convive con gallinas, ovejas y un perro y son los únicos confidentes? ¿Se puede hablar con los animales? ¿Cuál es el lenguaje? ¿Cómo se entrelazan lo cotidiano y lo onírico en un espacio donde las interacciones parecen rituales silenciosos? Lo cotidiano muestra distintas capas, donde lo habitual se tiñe de misterio, lo inusual se vuelve norma.

Sobre estos temas profundiza Ellos dos, el relato que escribió Carolina Sanín y que Leamos -la editorial digital de Infobae– publica para ser descargado de manera gratuita.

Nacida en Bogotá en 1973, Sanín es una figura multifacética en la literatura y el pensamiento contemporáneo. Con sus novelas Todo en otra parte, Los niños, Tu cruz en el cielo desierto, y los ensayos El ojo de la casa Somos luces abismales, entre otros títulos, combina reflexión filosófica y crónica personal para explorar la condición humana.

Sanín también es doctora en Literatura Hispánica por la Universidad de Yale y fue profesora en diversas universidades, además de participar activamente en el debate cultural con columnas en medios como El Espectador y Arcadia.

Carolina Sanín crea en Ellos dos un relato donde la protagonista, acompañada por animales, se convierte en testigo de las relaciones humanas que la rodean (Adrián Escandar)

En 2022 la escritora protagonizó una polémica cuando denunció que la editorial mexicana Almadía había cancelado el contrato ya firmado para publicar sus libros. Según Sanin, esto se debió a sus “interrogantes con respecto al dogma de género y sus pronunciamientos sobre el borrado de las mujeres”. La decisión de cancelar las ediciones mexicanas de Somos luces abismales y Tu luz en el cielo desierto por parte de Almadía se dio tras la publicación de su último monólogo en el medio colombiano Cambio, titulado “La identidad, las mujeres y el mundo siguiente”, en el que Sanín “reflexiona sobre el género, el transactivismo, la autopercepción, la libertad de dudar, el humanismo y el fin del sexo”.

El relato

Publicado originalmente en el libro Ponqué y otros cuentos (2010), Ellos dos narra la vida de una mujer que intenta descifrar su propia historia mientras convive con gallinasovejas, un perro y un pato, en un entorno donde las interacciones humanas parecen una coreografía silenciosa.

La trama se despliega en un edificio singular, donde la protagonista convive con animales en un espacio que parece un cruce entre la granja y el hogar. Allí, los animales habitan junto a ella, y son testigos silenciosos de su vida cotidiana, cargada de actos tan simples como recoger huevos o caminar por el edificio. Los animales son compañía, a la vez que confidentes.

La irrupción de Maruna, una vecina inesperada, altera la dinámica de la relación entre la protagonista y un profesor de español. Los celos y el desconcierto ganan la escena. Y los gestos y el lenguaje se vuelve ambiguo, a veces puente y otras, barrera, y una serie de encuentros que, aunque en apariencia triviales, revelan conexiones profundas y complejas, en un contexto surrealista.

Mientras, la protagonista termina como testigo de las relaciones de otros, como si las emociones la esquivaran en esa mole de cemento, “un edificio en el que los animales ocupan apartamentos y las personas se cruzan como sombras”, dice el narrador. Una sensación de desplazamiento y aislamiento, crece al ritmo que la relación entre el profesor y Murana prospera. Entre la realidad y el sueño, la protagonista no interviene.

Sanín logra crear una tensión entre lo dicho y lo no dicho, entre lo que se muestra y lo que se oculta, tanto en las relaciones que se construyen en el cuento como en el lenguaje.

En Ellos dos, Sanín recurre a una escritura precisa y evocadora para explorar las sutilezas de la convivencia y la manera en que las relaciones se tejen en los gestos más simples, y deja entrever un trasfondo donde los verdaderos protagonistas parecen ser los animales, testigos constantes de lo que ocurre.

Cuatro preguntas

Carolina Sanín, la autora de Ellos dos, responde sobre su relato:

En Ellos dos, la relación de la protagonista con la naturaleza y los animales es poco frecuente: vive con ellos, están en el edificio, les cuenta historias, los interpela como iguales. ¿Qué te interesaba explorar en esa fusión entre el mundo humano y el animal, y cómo crees que afecta la forma en que la protagonista se relaciona con su entorno?

―El cuento se desarrolla en un espacio onírico, o en una realidad que evidentemente no es la diurna. Creo que junto al mundo diurno existe otro en el que el ser humano y los otros animales pueden comunicarse de una manera menos frustrante que en este plano de la realidad.

El aislamiento de la protagonista parece tener capas: física, emocional y hasta psicológica. ¿Cómo construiste ese aislamiento tan profundo en este cuento que fue publicado varios años antes que la pandemia? ¿Cuál fue el disparador?

―Pensé acerca de qué es una casa. De la relación de uno con un espacio limitado e interior donde tiene albergue el pensamiento ilimitado.

El espacio del edificio y la granja se entrelazan de manera casi surrealista. ¿Cómo influye el espacio arquitectónico en la psicología de los personajes, y qué buscabas transmitir con ese juego de pisos y tragaluces?

―Hablaba de superposiciones, recorridos y simultaneidades. Quizás, de la dimensión textual de la cotidianidad.

¿Cómo definirías el relato Ellos dos?

―Es un cuento sobre el amor y el aprendizaje de la lengua, sobre los celos, sobre la disposición de la propiedad horizontal y sobre la posibilidad de hablar con los animales. Se pregunta cómo el último tema se manifiesta en la reflexión sobre los anteriores.

Fuente: INFOBAE