La Policía de Israel y el Shabak (también conocido como Shin Bet) -la agencia de seguridad interior- han arrestado a Vladimir Verhovsky, un israelí de 35 años, acusado de aceptar asesinar a un científico israelí por 100.000 dólares por encargo de las autoridades de Irán.
«Queda expuesta la infraestructura de las agencias inteligencias iraníes, que operan para reclutar ciudadanos de Israel», indicó un comunicado conjunto de los dos cuerpos de seguridad implicados en la operación.
El acusado, residente en Tel Aviv, fue arrestado para ser interrogado tras «haber desempeñado diversas tareas para los servicios de inteligencia iraníes», que fueron documentadas por el propio Verhovsky, además de haberse encontrado pruebas de las contraprestaciones económicas que recibió a cambio.
Según la acusación presentada el miércoles por la Fiscalía del Estado, Verhovsky está acusado de contacto con un agente extranjero, posesión y transporte de un arma y conspiración para cometer un acto terrorista.
La declaración de la Fiscalía indica que Verhovsky completó varias misiones para agentes iraníes, incluyendo pintar con aerosol un mensaje contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y colocar cajas de plástico que contenían dispositivos de vigilancia en un cementerio en el centro de Israel.
Según la investigación, la comunicación entre el israelí y la inteligencia iraní fue siempre en inglés y le pidieron que comprara un teléfono que se usara exclusivamente para comunicarse con ellos.
También revelan que el acusado recibió un pago en monedas digitales por las acciones que ya había llevado a cabo y se le ofreció ayuda para huir a Rusia después del asesinato ahora frustrado.
Desde hace años, Israel e Irán libran una guerra soterrada con sabotajes, ciberataques y espionaje, aunque en el último año se ha ampliado al terreno con los enfrentamientos bélicos abiertos que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mantiene con Hamás y la Yihad Islámica Palestina en Gaza, y con Hezbollah en Líbano, grupos terroristas apoyados y financiados por Irán. Aurora y EFE