La 29ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29, por sus siglas en inglés) comenzó en Bakú, la capital de Azerbaiyán el 11 de noviembre y tendrá lugar hasta el 22.
En un contexto de temperaturas mundiales que alcanzan niveles récord y fenómenos meteorológicos extremos que afectan a personas de todo el mundo, la COP29 reunirá a líderes de gobiernos, empresas y la sociedad civil para proponer soluciones concretas a la cuestión que define nuestro tiempo.
Entre otras cosas, los países presenten sus planes nacionales de acción climática actualizados en el marco del acuerdo de París, que deben estar listos a principios de 2025 y que buscan limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales y funcionarían también como planes de inversión para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Pero además, tuvieron participación en la COP20 un grupo de líderes religiosos, en un evento organizado por el Centro Interreligioso para el Desarrollo Sostenible, basado en Jerusalén.
El grupo estuvo formado por, entre otros, Lisa Garumlich, presidenta de la Unión Geofísica Americana y una de las primeras científicas climáticas en ser ordenada diácona de la Iglesia Episcopal en Estados Unidos, el Metropolitano Serafim Kykotis, del Patriarcado Ortodoxo Griego de Alejandría y Toda África y el rabino Yonatan Neril, fundador del Centro Interreligioso para el Desarrollo Sostenible.
Ellos instaron a los líderes mundiales y a sus comunidades de fe a actuar frente a la crisis climática, argumentando que los llamados de la comunidad científica han sido insuficientes para motivar el cambio necesario.