Al menos 19 civiles, entre ellos cuatro niños, murieron en bombardeos atribuidos a Rusia contra áreas controladas por facciones islamistas opositoras al Gobierno de Damasco en las afueras de la ciudad septentrional siria de Alepo, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El ataque tuvo lugar contra las ciudades de Darat Izza y Al Atareb, en las afueras occidentales de Alepo, donde se desarrolla desde el miércoles, una gran ofensiva lanzada facciones islamistas respaldadas por Turquía contra posiciones del Ejército sirio, cuyo principal valedor es Rusia.
La aviación rusa, que interviene en los combates en favor de las tropas del presidente sirio, Bashar al Assad, desde 2015, “realizó 24 ataques contra varias áreas en las afueras de Alepo e Idlib”, los últimos bastiones opositores en el país, dijo la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Indicó que en esos ataques aéreos otros 26 civiles resultaron heridos, entre ellos dos niños en Al Atareb, de diversa consideración.
La ofensiva de los opositores ha provocado al menos 182 muertos, entre ellos 121 del Organismo de Liberación del Levante -antiguo Frente al Nusra- y de miembros de otras facciones islamistas aliadas.
Por otro lado, según la ONG, al menos 61 militares del Ejército sirio han muerto, entre ellos cuatro oficiales, además de otros grupos aliados de las fuerzas sirias.
El Ejército sirio no ha reaccionado ante estas bajas, pero sí ha confirmado que están actualmente repeliendo “en cooperación con fuerzas amigas” -en referencia a Rusia- una gran ofensiva lanzada por los “terroristas”.
Asimismo, un general de la Guardia Revolucionaria iraní murió en los combates, según informó la agencia iraní Mehr.
Se trata de la primera ofensiva a gran escala de los insurgentes en años en el norte de Siria.
La alianza islamista controla la mayor parte de la vecina provincia de Idlib, y donde desde 2020 está en vigor un alto el fuego acordado por Turquía -valedora de la oposición siria- y Rusia.
Esta ofensiva se produce en un momento en el que Turquía busca restablecer lazos diplomáticos con Siria, aunque el presidente sirio, Bashar al Assad, ha afirmado que Ankara debe retirar sus tropas presentes en varias zonas del norte de Siria y dejar de apoyar a grupos opositores para avanzar hacia el restablecimiento de relaciones, que se rompieron al inicio de la guerra civil siria hace 13 años.
El pasado 12 de noviembre, el enviado especial del presidente ruso, Vladímir Putin, para Siria, Alexandr Lavrentiev, afirmó que Moscú no aceptará nuevas operaciones militares de Turquía en Siria.EFE