El pogromo que cambió la historia del judaísmo: Chisinau

El pogromo de Chisinau, en 1903, causó una gran conmoción en el mundo y especialmente en las comunidades judías de Europa, ya muy influenciadas y divididas tras la irrupción del sionismo en la escena política. 

por Ricardo Angoso

Chisinau era antes del pogromo de 1903 una de las ciudades con mayor población judía de Europa, unas 50.000 personas, el 46% del censo de la ciudad, y había unas sesenta sinagogas, escuelas talmúdicas, clínicas, escuelas judías y varios cementerios, siendo el más conocido y destacado el de la calle Milano, todavía abierto y en activo, aunque necesita algunas obras y varios de sus edificios están abandonados y en ruinas. 

La chispa que encendió el fuego del pogromo, como había ocurrido tantas veces en otras partes de Europa, fue una falsa noticia manipulada por los antisemitas locales para lanzar a la población a atacar a los judíos. En este caso concreto, el pogromo se inició después de un incidente ocurrido el 6 de abril de 1903 cuando un joven cristiano ruso, Mijaíl Rybachenko, fue encontrado muerto en la ciudad de Dubossari a unos 40 kilómetros al norte de Chisinau. Aunque estaba claro que el joven había sido asesinado por un familiar (que más tarde fue encontrado), el periódico antisemita publicado en ruso Бессарабец (Bessarabets, que significa “Besarabiano”), cuyo editor era Pavel Krushevan, insinuó que fue asesinado por los judíos. Muy pronto, el falso rumor se extendió. Información obtenida de Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Pogromo_de_Chisin%C3%A1u).

El pogromo de Chisinau de 1903 fue terrible. “El 6 de abril de 1903, la Comunidad Judía de Chisinau sufrió días de violencia callejera que impactaron al mundo y cambiaron el curso de la historia judía. Provocado por un libelo de sangre medieval, conocido hoy gracias a las nuevas tecnologías de la época, apareció en toda la prensa mundial con grandes titulares. El pogromo de Chisinau fue el último de la Edad Media y la primera atrocidad del siglo XX. Este hecho y la ola mundial de indignación judía que provocó, crearon las bases del moderno Estado de Israel, dio a luz a un activismo judeo-estadounidense contemporáneo y ayudaron a provocar la caída del régimen zarista”, hemos podido leer en Wikipedia que citaba varios artículos del periódico judeoamericano Forward.

Literalmente, así lo relataba Forward en aquellos días: “Armados con cuchillos y machetes, los asesinos irrumpieron en los hogares judíos, donde comenzaron apuñalar y matar, cortar cabezas y golpear a las mujeres frágiles y niños pequeños. Si la perversa multitud enfurecida hubiera atacado una ciudad judía en algún lugar de Lituania, miles de judíos hubieran muerto en el plazo de una hora. Pero los judíos de Chisinau eran duros, sanos y fuertes como el hierro y sin miedo. Cuando los asesinos pogromitas comenzaron su terrible masacre, los niños y los judíos llegaron corriendo y pelearon como leones para proteger a sus hermanos y hermanas más débiles y de edad avanzada. Incluso las chicas jóvenes se comportaron con un heroísmo increíble. Defendieron su honor con una fuerza sobrenatural … Los judíos, sin embargo, lucharon con sus propias manos y los asesinos, armados con machetes y cuchillos, fueron cebados para aniquilar y diezmar a toda la gente del pueblo judío”.

Incluso el periódico británico The Times informaba acerca de aquellos luctuosos hechos en sus páginas: “Aquello fue un plan organizado a la espera de la masacre general de judíos al día siguiente de la Pascua Rusa. La multitud fue liderada por los sacerdotes y el grito general de ´matar a los judíos´ durante las marchas se escuchó por toda la ciudad. Los judíos fueron tomados totalmente desprevenidos y fueron masacrados como corderos. El número de muertos fue de 120 y los heridos unos 500. Las escenas de horror que asistieron a esta masacre son indescriptibles. Los bebés fueron literalmente destrozados en pedazos por la multitud, frenética y sanguinaria. La policía local no hizo ningún intento para reprimir el reinado del terror. Al atardecer, las calles estaban llenas de cadáveres amontonados y heridos. Los que pudieron escapar, huyeron aterrorizados, y la ciudad está ahora prácticamente desierta de judíos”.

Sinagoga de Soroca (Moldavia)

El pogromo, que duró entre dos y tres días, causó la muerte de entre 60 y 120 judíos, según las fuentes, 92 heridos graves y 500 leves, aparte de cuantiosos daños materiales, como la destrucción de unas 700 viviendas y un número indeterminado de negocios en manos hebreas. Otras fuentes consultadas solamente reportan 49 víctimas mortales. Solamente dos hombres fueron condenados, con penas leves, por estos hechos, y el suceso provocó una profunda conmoción internacional, siendo muy conocido en la época y generando la emigración de miles de judíos rusos hacia Palestina y varios países europeos. Al parecer, la misma Iglesia ortodoxa lideró los disturbios y algunos popes incitaban a las turbas para atacar a los judíos.

EL SEGUNDO POGROMO DE CHISINAU

Más tarde, un segundo pogromo tuvo lugar entre los días 19 y 20 de octubre de 1905. En esta ocasión, los disturbios comenzaron como protestas políticas contra el zar ruso, pero se transformaron en un ataque contra los judíos que se pudiesen encontrar. Al terminar los disturbios, 19 judíos habían asesinados y otros 56 resultaron heridos, aunque también los datos son controvertidos porque no hay coincidencia entre las fuentes. 

Grupos de autodefensa organizados por judíos después del primer pogromo contribuyeron para contener la violencia, pero su éxito fue relativo y no se pudo detener el ataque. Estas dos acciones contra la comunidad judía provocaron la marcha de unos 12.000 judíos, pasando el censo de esta población de 65.000 a 53.000 -todavía algo más del 40% del total los habitantes de Chisinau- y generando la desconfianza entre moldavos y hebreos. El impacto de los dos pogromos fue brutal en toda la región, no solamente en Moldavia, y miles de judíos de Rumania, Rusia y zonas aledañas huirían para siempre despavoridos ante el horror de lo acontecido en Chisinau.

“El Pogromo de Chisinau fue un importante punto de inflexión. No fue el pogromo más sangriento que se haya producido, pero fue la primera vez que el antisemitismo fue explícitamente uno de los principales motivadores de la violencia. La prensa internacional recogió la historia y, por primera vez, la palabra ´pogromo´ se dio a conocer en todo el mundo”, señalaba con gran acierto el Dr. Raphael G. Bouchnik-Chen en The Times.

EL IMPACTO POLITICO EN EL MUNDO DE JUDÍO DEL POGROMO

Estos sucesos provocaron una profunda conmoción en el mundo judío y contribuyeron a fortalecer el incipiente movimiento sionista en Europa, que apenas comenzaba a andar en esa época. Como fruto de esa preocupación ante los hechos, un joven poeta hebreo, Jaim Najman Bialik, fue enviado a Chisinau por una comisión comunal judía para entrevistar a los sobrevivientes e informar de primera mano sobre el baño de sangre. Muy impresionado ante los hechos, Bialik compuso varios poemas relativos al pogromo y al dolor de sus víctimas y acabó escribiendo una de sus obras maestras, La ciudad de la matanza, relativa al pogromo. El libro es un alegato poético en favor de los judíos atacados y se nutre con el testimonio de todo lo que vio, escuchó y conoció de primera mano Bialik en su viaje a Chisinau.

Pero también este pogromo cambió la estrategia sionista y tras el mismo se empezó a prestar atención a lo que se comenzó a denominar como la “autodefensa judía”, que consistía en organizar a las comunidades judías para su defensa frente a los ataques antisemitas y que tantos ejemplos heroicos inspiró en varios grupos guerrilleros hebreos en la Segunda Guerra Mundial, como los partisanos de Bielski. El escritor Ilan Greilsammer recordaba que “tras el pogromo de Chisinau se puso preconizar la autodefensa judía” y después del VI congreso sionista se abandonó el Plan Uganda por esta desconectado este territorio de las raíces del judaísmo. Lo urgente era crear pronto un Estado judío, tal como mostraban los sangrientos hechos de Chisinau.

El mismo autor citado, señala: “En efecto, las terribles noticias del pogromo de Chisinau condujeron a Theodor Herzl a considerar seriamente la proposición británica, tanto por razones tácticas como por razones prácticas sin renunciar, no obstante, al objetivo final: Eretz-israel”.  Colateralmente, el pogromo de Chisinau había fortalecido la idea de Palestina como el hogar nacional judíos, dejando abandonadas para siempre las propuestas iniciales de algunos líderes judíos de instalar el mismo en Uganda, Argentina, Chipre e incluso Siberia, donde todavía existe una suerte de república autónoma judía sin apenas judíos.

Años después de estos hechos, en 1924, las autoridades locales revocaron la ciudadanía de muchos judíos que vivían en Besarabia desde hacía tiempo, y en Chisinau en particular, lo que llevó a un desempleo generalizado en la comunidad. No pasó un solo año sin manifestaciones antisemitas, disturbios y la supresión de las organizaciones educativas y culturales judías. Los miembros de la organización antisemita Liga de Defensa Nacional y Cristiana, dirigida por el caudillo rumano Alexander Cuza, organizarían frecuentes “desfiles” con el propósito de aterrorizar a la comunidad judía local. También hubo el cierre casi masivo de instituciones judías, escuelas, periódicos, teatros y organizaciones culturales. Así las cosas, miles de judíos de Moldavia, pero también de otras partes de Europa, comenzaron a emigrar masivamente a Palestina.

Fotos del autor de la nota

Fuentes consultadas y utilizadas:

Aurora
https://aurora-israel.co.il/el-pogromo-de-kishinev-como-catwalizador-de-la-guerra-ruso-japonesa

Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pogromo_de_Kishinev

JewishMemory:
http://jewishmemory.md/en/

Centro de documentación del Museo del Pueblo Judío:
https://www.anumuseum.org.il/museo-del-pueblo-judio/

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