Huckabee, un cristiano evangélico, se describe a sí mismo como un “sionista sin remordimientos y sin reformas”.
En una audiencia del Senado para confirmar a Mike Huckabee como embajador de Estados Unidos en Israel, los manifestantes antiisraelíes perturbaron los procedimientos, hicieron ruidos fuertes y penetrantes y atacaron la fe cristiana de Huckabee.
La policía del Capitolio desalojó tres veces a los manifestantes que interrumpieron el discurso de apertura de Huckabee.
Los manifestantes corearon “Los judíos dicen no” y “Palestina libre” y afirmaron que Huckabee “abusa del cristianismo para justificar la limpieza étnica”.
Huckabee le restó importancia a la interrupción y bromeó: “La buena noticia es que no son miembros de mi familia, lo que podría ser el caso de las protestas contra mí a veces”.
Cuando los bulliciosos manifestantes hicieron una cuarta interrupción, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores, Jim Risch, republicano de Idaho, dijo: “Está bien. Fuera”.
Huckabee, un cristiano evangélico que se describe a sí mismo como un “sionista sin remordimientos y no reformado”, ha atraído la ira de los activistas antiisraelíes porque aprobó la posible anexión de Judea y Samaria por parte de Israel.
Durante la audiencia, no hizo comentarios sobre las propuestas para anexar Judea y Samaria o Gaza y, en cambio, indicó que cedería ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en cuestiones políticas.
Con respecto a la anexión de Judea y Samaria, Huckabee dijo: “Ya la he apoyado anteriormente. Sí, señor. Pero no sería mi prerrogativa hacer de eso la política del presidente”.
Con respecto a la toma de control de Gaza por parte de Israel, Huckabee respondió: “Una vez más, sería prerrogativa del presidente”.
Poco después de que Huckabee fuera nominado como embajador en Israel, el rabino Tuly Weisz le dijo a ILTV que el ex gobernador de Arkansas está tan enamorado del Estado judío que “él mismo quiere ser un colono”.
Por Vered Weiss, Noticias Mundiales de Israel