Un estudio recientemente desarrollado por la consultora BDO Consulting y publicado por Leket Israel, el Banco Nacional de Alimentos, reveló que en 2023 se perdieron o desperdiciaron 2 millones de toneladas de alimentos en Israel, lo que representó un gasto adicional de 10.200 NIS por hogar.
Este aumento en el desperdicio se dio en un contexto de crisis económica agravada por la guerra contra Hamás en Gaza. El informe señala que casi la mitad de los alimentos desperdiciados —1.2 millones de toneladas valoradas en 8.600 millones de NIS — eran comestibles y habrían sido suficientes para cubrir las necesidades nutricionales de toda la población, especialmente de las comunidades más vulnerables.
El desperdicio total de alimentos en 2023 ascendió a 24,300 millones de NIS, Además, el número de israelíes en situación de inseguridad alimentaria aumentó de 1.4 millones en 2022 a 1.5 millones en 2023, lo que generó un costo adicional de 370 millones de NIS en el presupuesto de salud.
Por otor lado, el informe indica que el 32% de las tierras agrícolas del país se encuentran en las zonas de conflicto del norte y sur, y que en los primeros meses del conflicto se perdieron 228.000 toneladas de productos agrícolas debido al cierre de campos y la salida de miles de trabajadores extranjeros.
Los expertos destacan que cada dólar invertido en rescate de alimentos podría generar un ahorro de 3.6 dólares en comida, 4.2 dólares para la economía nacional considerando costos ambientales y logísticos, y hasta 10.3 dólares si se incluyen los beneficios de proporcionar alimentos nutritivos a la población vulnerable.
Ante esta situación, el ministerio de Agricultura lidera una iniciativa interministerial para desarrollar un Plan Nacional de Seguridad Alimentaria con un horizonte de 25 años.
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