Luis Almagro Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), proximo a finalizar su mandato en la entidad techo del continente compartió una mirada retrospectiva sobre su carrera diplomática.
Desde sus inicios en el servicio exterior de Uruguay hasta su liderazgo regional en la OEA, repasó una trayectoria marcada por desafíos geopolíticos. “Me tocó trabajar en escenarios donde la diplomacia no era simplemente ceremonial, sino una herramienta vital para proteger los intereses democráticos y comerciales”, señaló.
Sobre su estadía en Irán entre 1991 y 1996, Almagro fue categórico: “Jamás se pudo confiar en el régimen iraní. Hubo impagos de créditos, un vínculo evidente con organizaciones como Hezbollah y Hamás, y un involucramiento directo en el atentado contra la AMIA”. En esa línea, alertó sobre los riesgos persistentes que emanan de ese país: “Irán no ha cambiado su lógica de alianzas. La comunidad internacional no puede mirar para otro lado cuando apoya el terrorismo que ha golpeado a América Latina y, especialmente, a la comunidad judía”.
Al referirse a su rol como embajador en China, Almagro destacó un enfoque más constructivo. “China fue una experiencia positiva. Su seriedad institucional y su peso como socio económico son insustituibles para nuestra región”. En este contexto, remarcó la diferencia entre relaciones de interés mutuo y vínculos con regímenes que atentan contra la seguridad internacional.
En su balance sobre sus diez años al frente de la OEA, defendió su gestión como una etapa de recuperación del rol político de la institución. “Hemos denunciado dictaduras como las de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Aplicamos la Carta Democrática y logramos la liberación de presos políticos”, aseguró. Cerró con una fuerte advertencia: “La conexión entre dictaduras regionales y organizaciones terroristas es una de las mayores amenazas para nuestra estabilidad. La seguridad continental está en juego”.
“Hay una red que une dictaduras con el terrorismo internacional. Si no la enfrentamos, corremos el riesgo de que nuestra región colapse desde adentro”, advirtió Almagro.
El Secretario General fue especialmente sensible para con los secuestrados israelíes que continúan retenidos en la franja de Gaza “un drama de la humanidad” y las repudiables manifestaciones de antisemitismo e islamofobia.
Finalmente, Almagro expresó su entusiasmo por la creación del comisionado para la libertad religiosa dentro de la OEA y la designación del director de Radio Jai, Miguel Steuermann y el Imám Marwan Gill para esta tarea, que tiene por objetivo monitorear, estudiar, alertar y denunciar desviaciones sobre este aspecto constitutivo de la convivencia y salud democrática de nuestros países.
Escuche la entrevista completa para conocer la visión de la OEA sobre los desafíos que enfrenta América Latina.