El Dr. Jonathan Meta, responsable de las emisiones en español de Kan, trazó un análisis detallado del contexto de seguridad que atraviesa Israel. Desde los ataques casi diarios por parte de los hutíes en Yemen, hasta las incursiones en Siria y Líbano, Meta advirtió sobre los desafíos que enfrenta el país, muchos de los cuales están condicionados por decisiones estratégicas tomadas fuera de sus fronteras.
Uno de los puntos más llamativos abordados en la conversación fue la falta de respuesta militar directa de Israel ante los misiles lanzados desde Yemen. Según Meta, esto no responde a una falta de capacidad sino a una instrucción clara de Estados Unidos, que prefiere mantener el control de esa zona por razones vinculadas al comercio internacional y la seguridad del canal de Suez. “Israel está recibiendo misiles casi todos los días, pero Estados Unidos pidió que no se intervenga allí”, señaló.
Esta situación fue interpretada como un ejemplo más de lo que Meta calificó como una “tercerización de la política exterior israelí”. A su juicio, Israel ha quedado atado a la agenda de Washington, tanto en el manejo de amenazas inmediatas como en negociaciones de largo alcance. Como ejemplo, mencionó las versiones de un nuevo acuerdo nuclear con Irán, similar al JCPOA firmado en 2015, al que Israel podría oponerse sin capacidad real de impedirlo.
En el frente sirio, la situación también es delicada. Grupos drusos han solicitado protección a Israel tras episodios de violencia en el sur del país. Sin embargo, las respuestas dentro de la misma comunidad son contradictorias, y el temor a una escalada mayor —que pueda involucrar a actores como Hezbollah— frena las acciones directas. “Israel teme que su ayuda sea vista como una intervención extranjera y eso complique aún más la región”, explicó Meta.
Finalmente, respecto a Gaza, Meta resaltó mensajes contradictorios por parte del gobierno israelí. Mientras se habilita el ingreso de ayuda humanitaria por presión internacional, también se ha convocado a más reservistas con el objetivo de intensificar las operaciones. Según dijo, el objetivo declarado es lograr un mejor acuerdo para la liberación de los secuestrados. Sin embargo, advirtió que “la presión militar aún no ha dado frutos visibles”, y los propios mediadores internacionales dudan de su eficacia.
“Hay una sensación de pasividad forzada. Israel parece estar administrando los conflictos más que resolviéndolos”, concluyó Meta. En ese marco, llamó a evaluar cuidadosamente cada paso, especialmente cuando las consecuencias pueden alterar el frágil equilibrio regional.
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