Celebramos el 77 aniversario de la creación del Estado de Israel: la única democracia en medio oriente, hogar de judíos, árabes musulmanes, cristianos, drusos y samaritanos, así como otros grupos religiosos y étnicos minoritarios.
Israel es el único Estado judío del mundo, y Jerusalem, su única capital.
Las crónicas dirán que el moderno Estado de Israel fue fundado por una resolución de las Naciones Unidas en 1948. Sin embargo, la conexión judía con la tierra de Israel se remonta a los tiempos bíblicos, con presencia judía continua e ininterrumpida desde el periodo del Segundo Templo hasta nuestros días.
Somos testigos de un milagro contemporáneo.
Israel es desde hace 77 años una realidad pujante, que asombra, que innova, que crece con la convicción de honrar su pasado, pero con la mirada siempre puesta en contribuir para hacer de este un mundo mejor.
El Estado de Israel fue un sueño, y se construyó porque decidimos vivir. Porque a pesar de los exilios, persecuciones y de todas las tragedias, prevalece en nosotros la continua esperanza en el mañana, en Eretz Israel, una Tierra que es origen y destino, pasado, presente y siempre futuro.
Este encuentro aquí en nuestra Ciudad, en esta plaza, más que un Acto, es una pequeña gran gesta de unión, diálogo, diversidad y democracia, que nos reúne con el corazón abierto.
En la celebración por la independencia del Estado de Israel, recordamos que aún hay una parte de nosotros que está incompleta: contamos más de 500 días infinitos desde el 7 de octubre de 2023, dia en que el tiempo quedó suspendido para siempre, dia en que nos prometimos tener el coraje para seguir cantando, para seguir rezando, seguir de pie ante la profunda amargura y los horrores sin nombre del 7 de octubre.
Que este día nos motive a elevar una plegaria juntos, pidiendo por el pronto regreso de los 59 secuestrados, y acompañando con una sentida oración a las familias sumidas en el dolor y la incertidumbre.
Con sensibilidad y compromiso, seguiremos defendiendo el valor supremo de la vida, recordando una vez más que los ataques no solo se dirigen hacia Israel y la comunidad judía, sino a los valores fundamentales de nuestra sociedad.
Aunque la realidad intenta ubicarnos en un momento dramático y confuso, somos conscientes del lugar de la historia en el que queremos estar. Porque lo que nos enseña nuestra tradición, es que aún en el caos y la confusión total, aunque nos falten respuestas ante tantas preguntas, no debemos perder la esperanza.
En el libro de Ezequiel, el profeta tiene una visión: se ve a sí mismo de pie en un valle lleno de huesos humanos secos. Es una imagen muy impactante que simboliza la desolación y la oscuridad que afrontaria el Pueblo de Israel. Allí, un versículo puso en palabras el sentir de un Pueblo desahuciado: “ve avda tikvateinu”. Y se perdió nuestra esperanza.
¿Qué hizo el pueblo judío con esa frase? la transformó, convirtiéndola en uno de los puntos centrales del Hatikva, el himno israeli. “Od lo avda tikvateinu” No se perdió nuestra esperanza. Transformamos un texto profético sombrío, en un poema de libertad y esperanza.
Sanamos las heridas, y así vimos reverdecer el desierto y florecer los montes, cada vez que convertimos la oscuridad, en aprendizaje y crecimiento.
Esta semana, en una triste coincidencia con el Día de la Independencia, Israel enfrentó una ola de incendios forestales sin precedentes: las llamas, alimentadas por el calor extremo, fuertes vientos y una prolongada sequía, arrasaron grandes zonas boscosas, forzando la evacuación de más de 60.000 personas. Las fuerzas de seguridad, bomberos, voluntarios, familias enteras todavía trabajan incansablemente para contener los focos activos.
Las investigaciones en curso indican que el fuego fue intencional, buscando empañar los festejos por la independencia. En respuesta al vandalismo, un bombero plantó una bandera entre las cenizas humeantes, y anunció: “donde otros destruyen, nosotros volveremos a plantar”.
De eso se trata. El pueblo de Israel, pese a las dificultades, o quizás gracias a ellas, demuestra la confianza inquebrantable de un pueblo resiliente.
Porque es en Iom Haatzmaut donde recordamos la importancia de luchar por lo que creemos.
Israel es mucho más que un milagro: Israel representa nuestra actitud y decisión de superarnos, para crecer y construir el futuro.
La historia ha demostrado ser dura; pero incluso en los momentos más difíciles, cuando los desafíos parecen demasiado grandes y las soluciones parecen imposibles, aprendimos que siempre se puede salir adelante.
Aquí en la diáspora, las comunidades judías tenemos el privilegio y la responsabilidad de seguir escribiendo la historia, junto con toda la sociedad.
Por eso agradecemos a todos ustedes, a cada uno muy especialmente, por acompañarnos.
Beezrat hashem, que podamos en nuestros días ser testigos de Medinat Israel en paz con todos sus vecinos, y que esa paz se irradie a los cuatro puntos del planeta.
Que este acto sea un sentido homenaje a la bendita memoria de cada una de las víctimas desde el 7/10, que su recuerdo sea bendición para todos nosotros.
Iom Haatzmaut Sameaj.
Am Israel Jai !
OSA Filial Salta
Discurso en ocasión del Acto por el 77º Aniversario de la Independencia del Estado de Israel. Plaza Gral. San Martín, Ciudad de Salta. Domingo 4 de mayo de 2025.
Crédito de imagen: Kristina Kokhanova / iStock
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