Ada Karmi-Melamede del Tribunal Supremo al docufilm

Ada Karmi-Melamede, una de las figuras más eminentes de la arquitectura israelí, ha dejado una profunda huella en el panorama cultural y cívico de su país. Como cuenta Nora Berman a Forward, el documental Ada: My Mother the Architect, dirigido por su hija Yael Melámede, ofrece una mirada íntima a la vida y carrera de la arquitecta.

Tuvo su estreno mundial en Nueva York y está circulando en festivales. Karmi-Melamede, nacida en Tel Aviv en 1936 en el seno de una familia de arquitectos —su padre Dov Karmi y su hermano Ram Karmi— ha creado un lenguaje arquitectónico de rara elegancia e intensidad, en la encrucijada del patrimonio y la innovación, la tradición y la modernidad. Su formación abarca desde la Escuela de Arquitectura de la Architectural Association de Londres hasta el Technion de Haifa, y ha enseñado en Columbia, Yale y la Universidad de Pensilvania.

En 1985 fundó su propio estudio en Tel Aviv y al año siguiente, junto a su hermano, ganó el concurso internacional para el diseño de la Corte Suprema de Israel, inaugurada en 1992. Es una de sus obras más emblemáticas, elogiada por el crítico del New York Times Paul Goldberger como un edificio que “combina con notable gracia la precisión de la tradición arquitectónica mediterránea y la dignidad de la ley”.

En una escena, Karmi-Melamede escucha a un guía turístico que compara una fuente en el patio de la Corte Suprema con el vientre de una madre. Su respuesta estaba lista: “No sabía que había diseñado un útero”. Palabras que marcan la distancia entre la intención del creador y las lecturas que el público le superpone. Sus elecciones profesionales nunca han sido fáciles: en los años ochenta, tras su experiencia en Columbia, la arquitecta regresó a Israel para trabajar en el proyecto del Tribunal Supremo, dejando temporalmente a la familia en Estados Unidos. Un paréntesis que se convirtió en un punto de inflexión definitivo, una situación compleja entre la aspiración personal y las responsabilidades familiares. Además de la Corte Suprema, Karmi-Melamede diseñó el Centro de Visitantes Ramat HaNadiv —el primer edificio de Israel certificado como “edificio verde”— y el Edificio de Ciencias de la Vida de la Universidad Ben-Gurion, y en 2007 recibió el Premio Israel de Arquitectura, la segunda mujer en la historia en recibir tal premio. Su trabajo pone en diálogo constantemente el pasado y el presente, la función y la belleza, el espacio público y la identidad colectiva en un léxico arquitectónico que es inspiración continua.