En un contexto donde Europa enfrenta crecientes desafíos relacionados con el antisemitismo, la situación en España resulta particularmente preocupante. Luciano Mondino, periodista e investigador radicado en Madrid, describe un ambiente marcado por discursos y acciones que afectan a la comunidad judía y la imagen de Israel.
Mondino señala: “España tiene un gobierno que es decididamente antisemita. Es un gobierno, el de Pedro Sánchez, que no solo por su cuenta defiende una postura abiertamente antisemita, sino que tiene elementos que hacen un llamamiento y a una incitación a la violencia constante dentro de su grupo de gobierno”. En este marco, sectores políticos como Podemos y figuras como Irene Montero son señalados por difundir mensajes de odio que muchas veces derivan en hostilidad hacia Israel y las comunidades judías, incluso en debates que no tienen relación directa con el conflicto.
Respecto a las razones que motivan esta postura, Mondino explica que se combinan intereses políticos y electorales: “Puede haber un uso retórico para distraer sobre ciertos temas que no marchan bien, especialmente en la economía, pero también hay una base política y electoral que es decididamente judeófoba y antisemita, en la cual la izquierda radical busca votos fomentando odio y persecución”.
Esta retórica política tiene consecuencias concretas en la vida cotidiana. Según Mondino, la hostilidad hacia judíos e israelíes en España se ha intensificado, reflejándose en discriminación y agresiones públicas. Un ejemplo reciente fue la situación vivida por la cantante israelí Yuval Rafael durante el festival Eurovisión, donde fue blanco de ataques y rechazo por parte de ciertos sectores del público. “Esas acciones son la consecuencia de discursos que abren la puerta a la persecución contra los judíos”, advierte.
Finalmente, el analista plantea una mirada más amplia sobre Europa: “El continente está atravesando una disputa de identidades, con la llegada de culturas y grupos que no se relacionan con la tradición judeocristiana y que están generando un clima de hostilidad muy grande, especialmente para los judíos”. La influencia de grupos islamistas y el financiamiento de medios y universidades por fondos árabes cataríes también contribuyen a esta compleja realidad, que se ve agravada por los efectos de la guerra en Gaza y la manipulación mediática vinculada a actores como Hamás y Hizballah.
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