LONDRES – Tres ciudadanos iraníes fueron formalmente acusados en el Reino Unido por supuestas actividades de espionaje vinculadas al servicio de inteligencia exterior del régimen de Irán. Las imputaciones, presentadas por la Policía Metropolitana en virtud de la Ley de Seguridad Nacional, incluyen cargos por colaboración con una potencia extranjera y por vigilancia con fines de violencia grave.
Los acusados -Mostafa Sepahvand (39 años), Farhad Javadi Manesh (44) y Shapoor Qalehali Khani Noori (55)- fueron detenidos el 3 de mayo en Londres tras una compleja investigación llevada a cabo por la unidad antiterrorista. De acuerdo con las autoridades, las actividades ilícitas se habrían producido entre agosto de 2024 y febrero de 2025.
Según detalló el comandante Dominic Murphy, jefe del Comando Antiterrorista, se trata de “acusaciones extremadamente graves” que surgen de una operación desarrollada en estrecha coordinación con el Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS). Los investigadores sostienen que Sepahvand habría participado directamente en labores de reconocimiento para planear actos violentos, mientras que Manesh y Noori habrían colaborado en tareas de vigilancia para facilitar estos ataques.
Los tres imputados comparecieron ante el tribunal de magistrados de Westminster este sábado, donde se les informó de los cargos en su contra. Se encuentran actualmente bajo custodia.
Frank Ferguson, jefe de la división de crimen especial del CPS, recordó que el proceso penal está en curso y subrayó la necesidad de respetar la presunción de inocencia, evitando cualquier comentario que pueda afectar el debido proceso.
El caso se inscribe en un contexto más amplio de preocupación por la injerencia extranjera en suelo británico. En marzo, el Ministerio del Interior del Reino Unido elevó a Irán -junto a sus servicios de inteligencia y a los Guardianes de la Revolución Islámica- al nivel más alto dentro del nuevo Registro de Influencias Extranjeras (FIRS), una iniciativa orientada a frenar actividades encubiertas impulsadas por regímenes autoritarios.
Además, a comienzos de mayo, autoridades británicas frustraron un complot terrorista relacionado con Irán, que tenía como objetivo la embajada de Israel en Londres. En aquella operación fueron arrestadas ocho personas en distintas ciudades del país, lo que refuerza las advertencias de los servicios de inteligencia.
Ken McCallum, director del MI5, había revelado que desde 2022 se han detectado más de 20 planes respaldados por Irán que representaban amenazas letales contra disidentes y organizaciones en el Reino Unido, incluidos intentos de asesinato y secuestro.
La creciente preocupación por la actividad de inteligencia extranjera, especialmente de parte del régimen iraní, ha llevado a las autoridades británicas a endurecer sus medidas de seguridad interna y vigilancia estratégica.
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