Por Yehoshua Kalisky
El éxito operativo del sistema láser de alta potencia, Iron Beam (Maguen Or en hebreo), al interceptar vehículos aéreos no tripulados [drones] durante la campaña en el norte es un testimonio de la creatividad y la resiliencia tecnológica del Estado de Israel.
Este sistema, desarrollado a nivel nacional, requirió una sólida infraestructura tecnológica y una base de conocimientos altamente multidisciplinaria.
También marca un avance operativo, ya que se trata de la primera intercepción confirmada públicamente de una amenaza aérea utilizando armas electromagnéticas en lugar de cinéticas.
Las comunidades académica e industrial de Israel han estado durante mucho tiempo a la vanguardia de la investigación científica y aplicada en los campos de la electroóptica y los láseres, lo que ha permitido aplicaciones innovadoras en defensa, industria y medicina.
El desarrollo del sistema Iron Beam [Rayo de Hierro] representa una historia de éxito multigeneracional impulsada por científicos, ingenieros y emprendedores visionarios.
El Iron Beam funciona mediante un método único: genera múltiples rayos láser mediante tecnologías patentadas y luego los combina, conservando sus propiedades únicas.
Cuando el haz resultante impacta sobre el objetivo, el intenso calor provoca un fallo estructural significativo en el objeto interceptado.
De la escasa información publicada hasta la fecha, se sabe que el Iron Beam es un sistema extremadamente sofisticado con numerosas ventajas inherentes.
Es modular, con una potencia de salida escalable adaptada a las necesidades operativas, y está construido con componentes únicos, la mayoría de fabricación nacional.
El sistema puede corregir distorsiones y desviaciones del haz al atravesar la atmósfera, lo que permite una alta densidad de potencia sobre el objetivo.
Además, su operación es significativamente más económica que la de los interceptores Iron Dome [Cúpula de Hierro], los helicópteros de ataque o los misiles aire-aire.
Al ser un sistema no agotable, permite un uso repetido y opera a la velocidad de la luz.
Puede neutralizar objetivos de corto alcance, de bajo vuelo y lentos, como vehículos aéreos no tripulados y drones, así como amenazas más rápidas como morteros y cohetes de corto alcance, para los cuales el Iron Dome es menos eficaz.
Además, el sistema láser es relativamente eficiente energéticamente y está sincronizado con la defensa aérea multicapa de Israel.
Es importante recordar que incluso un sistema láser de alta potencia tiene limitaciones; por ejemplo, la reducción de la potencia o intensidad del haz debido a factores ambientales como nubes, lluvia, niebla, humo o polvo, así como la absorción o dispersión por partículas y moléculas atmosféricas.
Estas condiciones limitan actualmente el alcance efectivo del láser a aproximadamente 8-10 kilómetros. Sin embargo, estas limitaciones se pueden abordar a través de varios medios, que no se detallarán aquí.
El desarrollo y el uso operativo inicial del láser representan un avance tecnológico y operativo significativo para el establishment de defensa israelí y demuestra aún más el valor agregado de la tecnología avanzada en el campo de batalla.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
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