El nuevo gobierno sirio encabezado por Ahmad al-Sharaa ha autorizado el acceso inmediato de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a sitios anteriormente restringidos, en un intento por recuperar legitimidad internacional tras la caída de Bashar al-Assad.
El director del OIEA, Rafael Grossi, destacó la cooperación de Damasco para esclarecer actividades nucleares sospechosas, incluyendo el acceso al sitio de Deir el-Zour, donde en 2007 Israel destruyó un reactor secreto. También se planean inspecciones en Damasco y Homs, ante temores de que uranio enriquecido pudiera haber sido ocultado.
Junto al monitoreo nuclear, la agencia buscará apoyar el sistema de salud sirio con equipos de medicina nuclear, en un país devastado por 14 años de guerra civil.
El giro diplomático ocurre mientras se recrudece la tensión con Israel. Tras el lanzamiento de proyectiles desde Siria, atribuidos a grupos como las “Brigadas Mártir Mohammed al-Deif”, Israel respondió con ataques a instalaciones militares. Aunque Damasco negó implicación oficial, Tel Aviv responsabiliza al nuevo régimen y lo vincula con el extremismo islámico.
Al-Sharaa, por su parte, pidió contención internacional para frenar lo que califica como “provocaciones israelíes”, afirmando que su prioridad es la reconstrucción. Analistas advierten que actores como Irán podrían sacar provecho de una escalada, mientras EE. UU. busca reactivar contactos diplomáticos.
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