El reciente intento de asesinato contra Miguel Uribe Turbay, senador colombiano y reconocido defensor del vínculo con Israel, encendió alarmas en diversos sectores políticos y sociales del país.
En declaraciones a Radio Jai, el rabino Alfredo Goldschmidt —gran rabino de Colombia— expresó su profunda preocupación por el clima de polarización y violencia que vive el país, señalando que este tipo de hechos no son aislados, sino reflejo de una creciente intolerancia política. “Las agresiones verbales y la falta de protección generan un ambiente de odio que puede tener consecuencias trágicas”, advirtió.
Goldschmidt contextualizó el atentado en el marco de una Colombia donde los discursos extremos han ganado espacio, y donde los líderes políticos que expresan posturas firmes, como Miguel Uribe, se convierten en blancos de ataques. El senador, figura cercana a Israel y con una posición crítica frente al actual gobierno, fue víctima de un ataque que, según el rabino, “debe ser leído como una señal de alerta sobre el rumbo del país”.
Consultado sobre el antisemitismo, el rabino fue claro: no percibo antisemitismo en la sociedad colombiana, pero apuntó directamente contra el presidente Gustavo Petro. “Tiene una postura personal antisemita, que ha influido en el clima hostil hacia los judíos e Israel. No se puede generalizar esto a todo el gobierno, pero sí es preocupante su discurso”, afirmó Goldschmidt, en una crítica directa al jefe de Estado, cuyas declaraciones sobre Medio Oriente han generado controversia.
Sobre el posible origen del antisemitismo y odio a Israel del presidente Petro el rabino señaló el pasado guerrillero del grupo M-19 que lo acerca a grupos palestinos y visiones anticolonialistas, donde Israel sería parte de los colonizadores.
A pesar de este panorama, el rabino destacó la relación histórica entre Colombia e Israel, que calificó como sólida y basada en valores comunes, intercambios comerciales y cooperación estratégica. Mostró su confianza en que la democracia colombiana sabrá resistir la actual tensión política y descartó categóricamente que el país se encamine hacia una deriva autoritaria como la de Venezuela. De cara a las elecciones de marzo de 2026, consideró que serán un punto de inflexión para la estabilidad democrática.
El rabino también se refirió al fenómeno de las comunidades judías emergentes y los procesos de conversión formal (guer Tzedek) que han crecido notablemente en Colombia. “Cerca de 2.000 personas se han convertido al judaísmo y otras 2.600 han hecho Aliah a Israel”, explicó. Sin embargo, señaló que actualmente enfrentan importantes trabas administrativas por parte del Ministerio del Interior israelí, lo que obstaculiza el deseo de muchos de integrarse plenamente al Estado judío.
Finalmente, Goldschmidt valoró el fuerte apoyo de las comunidades evangélicas en Colombia, que representan el 20% de la población. “Tenemos una alianza profunda con el mundo evangélico, que siempre ha demostrado un amor sincero por Israel y el judaísmo”, aseguró.
El Rabino cerró con un mensaje de esperanza: “A pesar de las dificultades, la comunidad judía colombiana sigue firme, orgullosa y decidida a mantener viva su identidad. Nuestro compromiso es seguir construyendo y difundiendo nuestros valores”.
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