El presidente de Argentina, Javier Milei, arribó ayer por la noche a Israel en una visita oficial que incluyó un emotivo recorrido por el Kotel, también conocido como el Muro de los Lamentos, en Jerusalén. Su llegada directa desde el aeropuerto Ben Gurion y el posterior traslado al sitio sagrado fueron cubiertos en detalle por Noah Ben Sarah, conductor de Teshuveros que se desplazó junto a la comitiva para brindar una cobertura única y cercana del evento.
“No fue una llegada programada para todo público, sino para un grupo selecto, pero aún así, el recibimiento fue impresionante. Había cientos de personas, un gran balagán (lío) de autos, seguridad y entusiasmo que generó un caos controlado”, contó Noah desde Jerusalén. Explicó además cómo logró estar tan cerca del mandatario: “Utilicé algunas técnicas que aprendí en mis años en boliches para avanzar entre la multitud y la seguridad. Fue un trabajo complejo y arriesgado, pero valió la pena para mostrar imágenes exclusivas de este momento”.
Durante su visita al Kotel, Milei se mostró visiblemente emocionado, con un gesto que reflejaba profunda conexión espiritual. Fue acompañado por el rabino y embajador argentino Axel Wahnish y el rabino del Kotel Shmuel Rabinovich, quien leyó un salmo que fue traducido al castellano durante la ceremonia. “El presidente firmó el libro de visitantes ilustres y dejó una inscripción que dice ‘Jerut LeZion’, que significa libertad para Sión. Estuvo unos minutos muy intensos, incluso lloró”, relató Noah.
La agenda del presidente continúa con encuentros en Jerusalén, incluyendo reuniones con el presidente israelí Isaac Herzog y el primer ministro Benjamin Netanyahu. La visita se enmarca en un contexto de reafirmación de los lazos bilaterales y compromiso contra el terrorismo, especialmente tras los trágicos ataques del 7 de octubre.
Además de la agenda oficial, Milei compartió una intención personal que marca una dimensión más profunda de su vínculo con Israel y el judaísmo donde ha manifestado, que cuando termine su presidencia quiere ir a estudiar Torá en Jerusalén. Eso demuestra que la visita no es solo política, sino también espiritual”.
Escuche la crónica de Noah Ben Sarah- Romulo Tirri-Nino Dolce
