La tensión entre Israel e Irán tras recientes operativos militares ha reactivado una de las mayores preocupaciones de seguridad internacional: la amenaza del terrorismo global. Así lo advirtió el Dr. Ely Karmon, investigador principal del Instituto Internacional para la Lucha contra el Terrorismo y del Instituto de Política y Estrategia del Centro Interdisciplinario de Herzliya, quien remarcó que la respuesta iraní podría incluir atentados fuera del Medio Oriente.
“Irán tiene una red operativa internacional. Su historial demuestra que ha utilizado el terrorismo como forma de represalia, no sólo contra Israel y comunidades judías, sino también contra intereses de potencias occidentales”, señaló Karmon en diálogo con el programa Pensando las Noticias.
Una de las principales preocupaciones se centra en América Latina. Karmon mencionó que “cuatrocientos militantes importantes de Hezbollah se trasladaron recientemente a Colombia y Venezuela”, posiblemente para reforzar estructuras de apoyo ya existentes. Y recordó que en la región hay antecedentes claros, como los atentados a la Embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994.
Respecto al mapa de riesgos, Karmon fue categórico: “Argentina y Paraguay son hoy aliados explícitos de Israel. Eso los convierte en posibles objetivos. Del otro lado, países como Venezuela o Bolivia han mantenido vínculos estrechos con Irán y podrían ofrecer apoyo logístico o cobertura a actores terroristas”. También expresó preocupación por Chile, donde existe una comunidad pro-palestina “muy radicalizada”, según sus palabras.
A pesar de la complejidad del escenario, el especialista aseguró que existe cooperación activa en materia de inteligencia entre Israel y países como Argentina, Brasil, Paraguay y México. “La colaboración es estrecha, pero la responsabilidad última de proteger a sus ciudadanos es de cada Estado”, enfatizó.
En cuanto a una eventual respuesta iraní, Karmon cree que es inevitable, tanto para preservar su imagen ante la comunidad internacional como frente a su propia población: “Han sufrido daños significativos en su infraestructura militar. Por eso es probable que intenten una acción más contundente, ya sea mediante drones, misiles o ataques indirectos”.
Finalmente, Karmon dejó una advertencia clara: “Esta no es una red regional, es una red global. Los gobiernos del mundo deben estar atentos, y América Latina no puede bajar la guardia”.
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