Viena / Teherán – El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que el ataque aéreo israelí contra la planta nuclear de Natanz destruyó la parte superior del complejo, afectando instalaciones donde se enriquecía uranio al 60% y dañando gravemente su infraestructura eléctrica.
El director del organismo, Rafael Grossi, presentó un informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU en el que advirtió sobre el posible daño a las centrifugadoras debido al corte de energía, aunque aseguró que no se registraron impactos en la sección subterránea de la instalación. Asimismo, reconoció la presencia de contaminación radiactiva y química dentro del sitio, pero señaló que es “manejable” con las medidas de protección adecuadas. Los niveles de radiación fuera de la planta permanecen normales, lo que indica que no hubo una fuga significativa al exterior.
Grossi recordó que las instalaciones nucleares “nunca deben ser atacadas, independientemente del contexto o las circunstancias”, debido al riesgo que representan para la población y el medioambiente.
El OIEA mantiene contacto constante con las autoridades iraníes y solicitó información sobre posibles daños en otras plantas nucleares, como Fordó e Isfahán. Aunque los primeros reportes negaban impactos, el organismo sigue realizando verificaciones. En paralelo, Israel declaró haber destruido infraestructura de conversión de uranio y laboratorios en Isfahán, mientras que medios iraníes informaron sobre explosiones en las cercanías de Fordó y del complejo militar de Parchin, al sur de Teherán.
La ofensiva israelí ocurre en un contexto de creciente tensión por el avance del programa nuclear iraní, que ha alcanzado niveles de enriquecimiento cercanos al umbral necesario para producir armamento atómico. Teherán insiste en que su programa tiene fines pacíficos, pero Israel acusa al régimen de buscar desarrollar una bomba nuclear.
Como respuesta diplomática, Irán solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York y, con el respaldo de Rusia, convocó una sesión extraordinaria de la Junta de Gobernadores del OIEA en Viena. La Junta aprobó recientemente una resolución crítica contra Irán por no cumplir con el Tratado de No Proliferación Nuclear, respaldada por 19 de los 33 países con derecho a voto. Teherán rechazó la resolución y reiteró la naturaleza civil de su programa nuclear.
Grossi concluyó su intervención reiterando que el único camino viable para preservar la seguridad regional es el diálogo y la diplomacia.
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