La ventana de oportunidad de Israel para frenar el avance nuclear de Irán – Gabriel Ben Tasgal

En una operación militar que ya es considerada “histórica” por su precisión y alcance, Israel llevó a cabo un ataque coordinado sobre múltiples objetivos clave en Irán. La ofensiva incluyó líderes de la Fuerza Aérea, científicos vinculados al programa nuclear y la emblemática central nuclear de Natanz. Para el analista y periodista Gabriel Ben Tasgal, se trató de una acción que respondió a una “ventana de oportunidad” única, producto del aislamiento y la debilidad actual del régimen iraní.

“Para atacar a Irán, tenés que atacar sus capacidades, pero también el deseo de volver a fabricar bombas nucleares”, explicó Ben Tasgal en diálogo con Radio Jai. “El ataque fue contundente no solo desde lo físico, sino también contra los líderes que impulsan esos proyectos”, agregó, destacando que la operación apunta a desarticular no solo la infraestructura material sino también la motivación ideológica detrás del programa atómico iraní.

Desorden interno y grieta social en Irán

Una de las consecuencias inmediatas del ataque ha sido el desorden visible dentro de la estructura del régimen iraní. “Nombraron a un jefe de Estado Mayor del Ejército momentáneo y después dijeron que no era él. Eso indica que hay anarquía en este momento en Irán”, señaló Ventas Gal. A esto se suma una creciente desconexión entre una sociedad civil más moderna y el gobierno teocrático, lo que podría derivar en manifestaciones internas si la situación se prolonga.

“La población civil iraní es mucho más progresista que su gobierno. Si no los aplacan antes, podrían tomar las calles y hasta cambiar el poder”, advirtió el periodista, con base en el análisis de la reacción social posterior a los ataques.

Un ajedrez diplomático de múltiples actores

Las reacciones internacionales han sido, en muchos casos, ambiguas. Países como Arabia Saudita o algunos estados europeos criticaron públicamente la operación israelí, pero, según Ventas Gal, muchos reconocen en privado que se trató de una acción que neutraliza una amenaza conocida. “De la boca para fuera van a criticar, pero dentro de unos años probablemente vuelvan a felicitar a Israel por haber eliminado una amenaza que todos sabían que existía”, comentó.

Sobre Rusia y China, el analista sostuvo que Moscú está demasiado comprometido en Ucrania como para intervenir en defensa de Teherán. En cambio, “los chinos probablemente estén pensando en cómo aprovechar la reconstrucción de Irán desde lo comercial”, dijo.

El rol de Estados Unidos: ¿actor pasivo o cómplice tácito?

Aunque la administración estadounidense negó haber participado directamente en el ataque, persisten fuertes indicios de colaboración. “Si vos utilizás bombas penetrabúnker que entran a Natanz como si fuese manteca, y Israel no fabrica esas bombas, pero Estados Unidos sí, alguien se las dio”, razonó Ben Tasgal. Incluso destacó que figuras como Donald Trump buscan capitalizar políticamente la ofensiva, al sugerir que él habría facilitado este tipo de acciones durante su mandato.

Lo que vendrá: petróleo y presión económica

El golpe militar parece no haber concluido. Para Ben Tasgal, Israel podría estar avanzando en lo que denomina un “trío estratégico”: neutralizar el liderazgo, la capacidad militar y la capacidad económica de Irán. “Si Netanyahu quiere entrar en la historia, debe lograr dos cosas: neutralizar la unidad nuclear iraní y firmar la paz con Arabia Saudita”, sostuvo.

El próximo objetivo podría ser la infraestructura petrolera, corazón económico del régimen. “Eso sí pondría en jaque al gobierno, aunque también generaría tensiones globales por el precio del crudo”, concluyó.

 

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