En el marco de un nuevo capítulo de tensión en Medio Oriente, Israel llevó a cabo una operación de inteligencia altamente precisa contra objetivos militares y nucleares iraníes. La acción, de acuerdo con el analista Jorge Suárez Saponaro, responde a una estrategia de “ganar tiempo” ante el avance del programa atómico de la República Islámica, al que considera una amenaza directa a la existencia del Estado judío.
“El ataque israelí se debe más que nada a ganar tiempo. Israel observó que Irán continuó con su política de enriquecimiento de uranio con fines militares. Es indudable que ese es el gran objetivo, disfrazado de proyecto civil”, explicó el experto en geopolítica y defensa en el programa Pensando las noticias. Para Suárez Saponaro, el liderazgo israelí percibe que “un Irán con armamento nuclear es un riesgo existencial”.
El especialista también trazó un paralelismo histórico con una acción similar ocurrida décadas atrás. “Es muy similar a lo que pasó con la central nuclear de Osirak en Irak, cuando Israel supo que si Saddam Hussein tenía un arma nuclear, también estaba en juego su existencia”, recordó.
Respecto a las capacidades de respuesta de Irán, Suárez Saponaro señaló que la principal amenaza está en el plano psicológico y económico. “El armamento balístico tiene un factor psicológico más que de daño militar. Israel tiene un sistema antibalístico muy desarrollado. Lo que busca Irán es generar terror. Es lo que describí como la estrategia del miedo”, detalló. En ese contexto, alertó sobre los ataques de saturación y la influencia de grupos aliados como los hutíes, que ya han paralizado infraestructuras clave en el sur de Israel.
Por otra parte, el analista remarcó que el conflicto se expande a nuevos escenarios. “Irán está negociando una base en Eritrea, en el Mar Rojo. No es menor el juego geopolítico que está haciendo. Controla miles de combatientes con armamento balístico”, explicó. Asimismo, subrayó que el país persa atraviesa un momento interno crítico: “Hay una pugna por la sucesión del líder Ali Jamenei. La escalada puede servir para mantener unida a la población y consolidar a los sectores más radicales”.
En este tablero regional, otros actores como Turquía, Rusia y Siria podrían reconfigurar su rol. “Turquía emerge como un competidor geopolítico de Israel. Va a buscar sacar tajada. Todo está en una espera tensa”, concluyó Suárez Saponaro.
Así, la operación quirúrgica israelí aparece como parte de una lógica histórica y estratégica de anticipación. Una movida que busca evitar que el equilibrio regional se rompa por la irrupción de una potencia nuclear adversa, pero que también abre múltiples interrogantes sobre el futuro inmediato del conflicto y sus ramificaciones globales.
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