En medio de una de las crisis más complejas que atraviesa Israel en las últimas décadas, Sergio Rachcovsky, ciudadano argentino que reside en Israel desde 1987, ofrece un testimonio cercano sobre la realidad que enfrenta la población. Con múltiples frentes abiertos, la vida diaria está marcada por la tensión, el miedo y la incertidumbre.
“Los días comienzan más tarde, mal dormidos y con mucha ansiedad, especialmente porque las alertas de misiles se intensifican durante la noche. La gente vive en un estado permanente de nerviosismo, y el tema de la guerra domina todas las conversaciones”, relató Rachcovsky en diálogo con nuestro medio.
Para Sergio, esta situación supera incluso otras crisis históricas que ha vivido en el país: “He pasado por la guerra del Golfo, dos intifadas y la guerra del Líbano, pero desde el 7 de octubre todo cambió. Hoy tenemos múltiples frentes abiertos: Gaza, el norte, Irán y otros grupos. Esta parece ser la guerra de las guerras”.
El impacto de esta realidad no solo afecta la esfera pública, sino también la familiar. “Mis hijos, que están en edad de servicio militar, decidieron prolongarlo en medio de esta emergencia. Mi hijo mayor, que es asmático, está en tareas de apoyo, no directamente en el frente, y mi hija está haciendo tareas desde Tel Aviv. Pero muchos de mis familiares están desplegados en distintas zonas de riesgo, lo que hace que cada día preguntemos por su bienestar”, explicó.
En cuanto a la vida cotidiana y económica, la situación tampoco es sencilla. “Muchos comercios están cerrados o funcionan con horarios reducidos. La gente no quiere salir a las calles y la actividad comercial cayó notablemente. Nosotros, que vendemos pan en una cafetería, estamos abiertos, pero sin poder ofrecer reuniones o aglomeraciones. La prioridad es regresar rápido a casa”, afirmó.
Respecto a la perspectiva de paz, Sergio reconoce que los hechos recientes complican cualquier posibilidad inmediata. “Venía de grupos pacifistas de la Argentina, pero la masacre del 7 de octubre y la traición de quienes eran vecinos con quienes colaborábamos, hacen difícil volver a confiar. Sin embargo, no nos queda otra opción que buscar un acuerdo político con la OLP, no con los grupos extremistas, porque son nuestros vecinos y debemos encontrar la manera de convivir”, concluyó.
En este escenario de conflicto y dolor, voces como la de Sergio Rachcovsky permiten comprender mejor el contexto humano detrás de las noticias y los desafíos diarios de la sociedad israelí.
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