Mientras las sirenas vuelven a sonar en varias ciudades de Israel, los equipos de emergencia enfrentan una nueva jornada de tensión y riesgo. En diálogo con Radio Jai, Chaim Rafalowski, director de situaciones de emergencia y desastres del Maguen David Adom, brindó detalles sobre el impacto humano y logístico de los recientes ataques con misiles lanzados desde Gaza.
La mañana comenzó con un ataque directo a la ciudad de Beerseba. Según Rafalowski, “gracias a Dios terminó con cinco heridos leves, pero es importante mencionar que, como todos ustedes saben, el hospital regional del sur, el Soroka, está deshabilitado”. En ese contexto, destacó la gravedad del hecho: “Cuando alguien dispara misiles a la ciudad de Beerseba, conociendo que el hospital está deshabilitado, la mala intención está muy clara”.
Además del sur, las alarmas sonaron en todo el país. Tel Aviv, Haifa y Jerusalén también fueron blanco de misiles. Según Rafalowski, “el personal de Maguen David Adom está atendiendo seis sitios principales donde tenemos información de heridos: dos en el norte, dos en el centro y dos en el sur del país”. Aunque aún no hay cifras definitivas, confirmó que “en alguna de las escenas ya se inició el traslado de los pacientes hacia los hospitales”.
El director del MDA advirtió sobre el desafío que representa encontrar a todas las víctimas en tiempo real: “Estamos pasando departamento por departamento en las áreas impactadas, golpeando puertas y verificando que todas las personas estén bien”. Explicó que muchas víctimas no son visibles de inmediato, ya que “las personas están en refugios y no están disponibles para una atención inmediata”.
Rafalowski también alertó sobre un fenómeno frecuente en este tipo de situaciones: las personas no localizadas. “En hebreo se llama menutak kesher, son personas con las que la familia no logra contactarse”, señaló. En esos casos, se inicia una investigación para determinar si la persona estaba o no en la vivienda afectada durante el ataque. Así ocurrió en Bat Yam, donde “cuatro días después del impacto, se encontró un cuerpo bajo los escombros”.
Ante la preocupación por quienes viven solos, el entrevistado valoró la respuesta solidaria de la comunidad: “Se le pide al vecino que sabe que la persona del departamento del lado está sola, que por favor cuando recibe la alerta le golpee la puerta y se lo lleve con él al refugio”. Esta práctica, aseguró, salva vidas.
El escenario, aunque no es nuevo, continúa representando un enorme desafío humano y logístico. Mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso, Rafalowski pidió tiempo para evaluar la situación con precisión: “Nos va a tomar más o menos una hora más tener una idea clara de cuántas víctimas hay y cuál es su gravedad”.
La incertidumbre persiste, pero también lo hace el compromiso de quienes, como el Maguen David Adom, están en la primera línea de respuesta.
